Fráncfort, 13 dic (dpa) – El Banco Central Europeo (BCE) revisó hoy ligeramente a la la baja su pronóstico de inflación y crecimiento de cara al próximo año para los 19 países de la zona, comunicó hoy en Fráncfort el presidente de la entidad, Mario Draghi, al dar a conocer las nuevas proyecciones macroeconómicas de la entidad.
«El crecimiento se sitúa a la baja debido a la persistencia de incertidumbres relacionadas con factores geopolíticos, debido a la amenaza del proteccionismo, las vulnerabilidades en los mercados emergentes y la volatilidad de los mercados financieros», dijo el banquero en la tradicional rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de la entidad.
Mientras que para el año en curso los analistas del BCE estiman que los precios al consumidor aumentarán un 1,8 por ciento, frente al 1,7 por ciento pronosticado en su último informe de junio, para 2019 prevén que el nivel de precios en la eurozona sea del 1,6 por ciento, frente al 1,7 indicado en sus últimas previsiones.
Para 2020, la entidad monetaria no prevé cambios y sitúa la inflación de la eurozona en el 1,7 por ciento, al igual que en septiembre.
Con estas cifras, la inflación en los 19 países que conforman la eurozona se sitúa en los próximos dos años más o menos en línea con el objetivo del BCE de mantener los precios en un nivel cercano pero inferior del dos por ciento.
En relación con el crecimiento, el BCE rebajó sus pronósticos tanto para 2018 como para 2019. Para el presente año, la entidad espera que la coyuntura se expanda un 1,9 por ciento, frente al 2 por ciento previsto anteriormente. En relación a 2019, cifra en un 1,7 por ciento el crecimiento, frente al 1,8 por ciento pronosticado hace tres meses.
De cara a 2020, el guardián del euro confía en que la coyuntura del bloque se sitúe en el 1,7 por ciento, el mismo valor que ya había pronosticado anteriormente.
Draghi avanzó además por primera vez los pronósticos para el año 2021. Fráncfort espera que la inflación se sitúe dentro de tres años en el 1,8 por ciento, mientras que cifra el crecimiento para ese mismo año en el 1,5 por ciento.
En su reunión de hoy, el Consejo de Gobierno del BCE resolvió mantener invariable la principal tasa de interés de la zona euro en el cero por ciento, su mínimo histórico, y confirmó que a finales de este mes concluirá el multimillonario programa de compra de deuda con el que desde hace tres años busca impulsar la inflación y el crecimiento.
La medida, adoptada por el Consejo de Gobierno de la entidad en la última reunión de política monetaria del año, va en línea con las previsiones de los analistas.