Berlín, 26 oct (dpa) – La Copa Alemana ha sido una competición maldita para el Bayern Múnich en los últimos años, pero el club muniqués afrontará su choque del miércoles ante el Colonia con la posibilidad de romper un récord histórico europeo.

Y es que su victoria del sábado en la Bundesliga contra el Borussia Mönchengladbach por 3-0 supuso el decimotercer triunfo consecutivo de los de Vincent Kompany en partidos oficiales, un récord hasta ahora solo alcanzado en las cinco principales ligas europeas por el Milán de la temporada 1992-93.
Ante el Colonia, además de buscar el récord en solitario, el Bayern tratará de seguir en una competición que no gana desde la campaña 2019/20, y en la que desde entonces no ha pasado de cuartos de final, con derrotas ante clubes de tercera y segunda división incluidas.
«Queremos ganar, pero seguimos tratando a todos los rivales con respeto, que es lo que haremos también el miércoles», declaró Max Eberl, miembro de la junta directiva del Bayern responsable del área deportiva.
«Los partidos de Copa tienen un atractivo especial. Estamos deseando que llegue. No será fácil, conozco el ambiente que se respira en Colonia», agregó el directivo tras la victoria ante el Gladbach.
Racha histórica
En sus trece partidos ganados de forma consecutiva, el Bayern tiene además una impresionante diferencia de goles de 47 a favor, por solo 9 en contra. De los 47 tantos, además, el delantero inglés Harry Kane ha logrado 20 goles.
El entrenador Vincent Kompany, que renovó hasta 2029 a principios de semana, ha logrado formar una plantilla sólida que le permite rotar fácilmente para gestionar la carga de trabajo.
El propio Kane reconoció que se encuentra en el mejor momento de su carrera, los nuevos fichajes Jonathan Tah y Luis Díaz han tenido un éxito inmediato, el joven Lennart Karl marcó dos goles espectaculares esta semana, y el Bayern es menos vulnerable en defensa.
«Nuestras 13 victorias competitivas al comienzo no son una coincidencia, son la recompensa al trabajo duro, al entrenamiento constante y a una estructura clara en el equipo», dijo el centrocampista Joshua Kimmich.
«Tenemos un equipo realmente bueno, se ve que los chicos que entran están listos de inmediato. Eso es crucial. Nos alegramos unos por otros cuando marcan o asisten en un gol», agregó el también capitán de la selección alemana.
Contra un Gladbach que tuvo que jugar con diez hombres desde el minuto 19 por expulsión de Castrop Jens y se replegó en defensa, el Bayern demostró que también sabe ser paciente, ya que el primer gol, marcado por Kimmich en el minuto 64, fue el más tardío en lo que lleva de temporada.
«La paciencia es una parte importante de nuestro juego, y hoy lo hemos demostrado», comentó Eberl.
Un día especial para Urbig
En la portería, el joven Jonas Urbig sustituyó a Manuel Neuer como titular y logró no encajar gol alguno, en lo que se consideraba una prueba antes de su titularidad en el partido de Copa, por la sanción que deberá cumplir Neuer.
Para el jugador, de 22 años, el partido será especial más allá del récord europeo que se avecina, ya que se enfrenta a su antiguo club, del que se marchó a Múnich en enero.
«El equipo me lo puso fácil, casi no tuve que hacer nada. Tengo muy buenas sensaciones de cara al partido de Copa en Colonia. Hemos hecho un gran partido como equipo, y vamos a seguir construyendo sobre eso», declaró el arquero.
Por John Bagratuni (dpa)
