Múnich, 11 nov (dpa) – El Bayern Múnich cerró hoy filas en torno a su presidente de honor, Franz Beckenbauer, leyenda del fútbol alemán y que está en el foco del escándalo por la supuesta compra de votos para la adjudicación del Mundial de 2006.
«Cuando un amigo atraviesa una etapa difícil hay que ayudarlo», dijo el presidente de la junta directiva del club, Karl-Heinz Rummenigge.
«Entiendo que la DFB (Federación Alemana de Fútbol) debe tener el mayor interés en esclarecer todo el asunto. Pero quisiera más consideración hacia la persona de Franz Beckenbauer porque creo que la DFB tiene mucho que agradecerle».
La federación ha llamado en varias oportunidades a Beckenbauer a cooperar de forma más activa en el esclarecimiento de la presunta corrupción en torno a la elección de Alemania como sede mundialista de 2006.
La entidad corroboró el martes que cuatro días antes de que Alemania ganara la votación en el año 2000, Beckenbauer firmó un acuerdo con el entonces vicepresidente de la FIFA Jack Warner por el que le aseguraba ciertas ventajas económicas. Warner fue suspendido recientemente de por vida por la FIFA por corrupción.
Beckenbauer no se ha pronunciado sobre el documento hallado en el marco de las investigaciones encargadas por la DFB a un bufete jurídico internacional. El «Kaiser» hasta ahora ha negado que se hubieran comprado votos para conseguir la organización del torneo.
Rummenigge llamó al fútbol germano a «pensar en los distintos mundiales que ganó Franz Beckenbauer y al torneo que se pudo organizar gracias a él».
Beckenbauer fue campeón mundial como jugador en 1974 y conquistó el máximo trofeo como técnico en 1990. Asimismo encabezó el comité organizador del Mundial de Alemania 2006.
El presidente del Bayern negó categóricamente que el club haya disputado partidos en condiciones económicas desfavorables en países representados en el comité ejecutivo de la FIFA. Aseguró que la actuación del equipo en Malta, Tailandia y Túnez tuvo lugar «a precios de mercado».
El presidente de la Federación de Fútbol de Malta, Norman Darmanin Demajo, expresó sus dudas sobre la limpieza de la adjudicación a Alemania a juzgar por el amistoso que el Bayern Múnich disputó en la isla mediterránea pocos meses antes de la votación.
El diario inglés «The Mail on Sunday» publicó que, según un contrato secreto firmado en 2000, la federación maltesa recibió 250.000 dólares por la disputa de un partido amistoso entre su selección y el gigante alemán.
Beckenbauer quedó en el punto de mira del escándalo por la presunta compra de votos que destapó hace tres semanas el semanario alemán «Der Spiegel» y que llevó el lunes a la renuncia a la presidencia de la DFB de Wolfgang Niersbach, ex número dos de Beckenbauer en el comité organizador del Mundial.
Las crecientes sospechas sobre la limpieza de la elección que ganó Alemania a la favorita Sudáfrica por 12-11 votos en julio de 2000 han dañado seriamente la imagen de Beckenbauer, el gran referente del fútbol germano.
«La profunda caída de Beckenbauer», titula hoy el diario de masas «Bild», en el que el legendario ex futbolista tiene una columna semanal.
Alfred Draxler, director del periódico deportivo «Sport Bild», pidió disculpas públicas a «Der Spiegel», al que le había echado en cara estar armando una campaña contra el «Kaiser».
«Nunca me lo hubiera imaginado. Siempre creí que Alemania había conseguido la sede del Mundial de manera limpia», señaló Draxler, quien se preciaba de ser amigo de Beckenbauer. «Le debo a la revista ‘Der Spiegel’ y a su director Klaus Brinkbäumer una palabra: ¡Perdón!».
El propio «Der Spiegel» dedica en su página web un extenso artículo titulado «El ocaso del Kaiser» en el que afirma que el fútbol alemán está bajando del pedestal a su gran referente.