SINC – La producción mundial de trigo durante el ultimo año agrícola ha sido de 724,9 millones de toneladas, según los datos publicados el pasado 11 de diciembre por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La cifra supone un ligero aumento con respecto al año anterior, lo que tranquiliza a la comunidad internacional dada la dependencia de la alimentación mundial a este cereal.
Sin embargo, las perspectivas futuras no parecen ser tan halagüeñas, según el último estudio publicado en la revista Nature Climate Change por un equipo internacional de investigadores, entre los que se encuentran dos investigadores de la Universidad de Córdoba y el Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC, ambos miembros del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3.
El trabajo advierte de que el aumento de la temperatura en el planeta afectará a la producción mundial de trigo, de tal forma que se reducirá un 6% menos por cada grado de más. Esta conclusión se ha obtenido a partir de los análisis realizados con 30 modelos de simulación del cultivo de trigo en los que las temperaturas oscilaban entre los 15 y los 32 ºC.
Los científicos urgen a la comunidad internacional a adaptar sus sistemas de predicción a las cosechas
Los investigadores aplicaron además los sistemas de predicción de la producción utilizados por los principales organismos internacionales. Sin embargo, «estos presentan serios problemas para obtener resultados fiables sobre cómo afecta la temperatura al rendimiento del cereal», dicen los científicos.
Ya se observan efectos en algunas zonas
El estudio alerta sobre la necesidad de mejorar los modelos predictivos que siguen sin tener en cuenta el calentamiento global. Los investigadores consideran probado el hecho de que el aumento de las temperaturas ha empezado a afectar a la producción de trigo en algunas zonas y urgen a la comunidad internacional a adaptar sus sistemas de predicción a las cosechas para poder afrontar con garantías el descenso de las reservas de grano.
«Son demasiadas las incertidumbres que tenemos al respecto de cómo afectará el cambio climático a la producción de alimentos, pero hay una certeza: habrá que estudiar cómo adaptar nuestra agricultura al aumento de la temperatura y cuanto más se invierta en esas investigaciones, menor será el impacto del calentamiento global en el futuro», señala Elías Fereres, investigador en el centro del CSIC y uno de los responsables del estudio.