El uso de la vestimenta para mostrar estilo y sofisticación no es nada nuevo. Para los anales quedó el gusto por los antiguos egipcios por cuidar su aspecto, para lo que utilizaban, entre otras cosas, toda una variedad de peinados, tocados y pelucas.
Los complementos para el pelo, en efecto, comenzaron a utilizarse hace miles de años y han ido evolucionando con la humanidad. El blog Paseando por la historia lo recoge bien en su artículo “Los tocados a lo largo de la historia”, empezando precisamente por el Antiguo Egipto.
Y de ahí a las diademas, velos y cintas de Grecia y Roma, que adornaban complicados peinados; a las modelos de la Edad Media que eran signo de pudor, como las “vendas” por debajo de la barbilla; o a las cintas con perlas y plumas de los 30, como complemento a esos cortes tipos garçon que tanto se llevaban.
Hoy día, los complementos para el pelo siguen teniendo plena vigencia, aunque para ellas no se trate, por lo general, de un complemento del día a día. Se usan, sobre todo, en eventos de calado como las bodas, y sirven para aportar estilo, para sumar al look y convertirse en la invitada perfecta.
Desde luego, posibilidades hay muchas, y les damos un repaso de la mano de Tocados y abalorios, que vende artículos y materiales para tocados. Reúne, por supuesto, novedades y ofertas.
Aplicaciones, turbantes y bandas
Están muy de moda las aplicaciones de latón con formas naturales, ya sean flores, plumas, hojas o animales. En cuanto a estos últimos, los más populares son las libélulas o los escarabajos, junto a mariposas o pajaritos.
Si incluyen las piezas apropiadas para ello, los apliques se podrían incorporar al peinado como si de un peinecillo se tratase, pero la tendencia opta por incorporarlos a turbantes para dar un toque exótico a la par que elegante. Son de inspiración oriental, un pañuelo enrollado de una forma concreta a modo ornamental. Son ideales, por ejemplo, para los monos o conjuntos de dos piezas con pantalón palazzo.
Similar uso tienen las bandas, una elección vintage y muy juvenil, aunque se puede considerar algo arriesgada. Dará un toque al look que no pasará desapercibido, lo que también tiene mucho que ver con el adorno que se escoja. Lo más popular son las flores.
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Coronas y diademas
Son tendencia absoluta, y la cantidad que tipos que se pueden encontrar, además de hacer una oda a la creatividad y al diseño, les permite adaptarse a cualquier invitada, sea cual sea su estilo.
Las coronas y diademas se han convertido en un imprescindible para muchas, por su colorido aporte primaveral que dan alegría al rostro. Hay modelos muy discretos y otros más estrambóticos, que se pueden encontrar en una horquilla de precios también amplia. De media, entre 25 y 40 euros, aunque hay establecimientos que dan la opción de alquilarlo por menos.
Las coronas y diademas gustan porque se pueden llevar en cualquier boda, sea de día o de noche, siempre a juego con el atuendo. Además, como no suelen ser modelos de gran tamaño en comparación con otros como las pamelas, no tienen por qué quitarse después de comer o tras el baile nupcial. Es la opción ideal para invitadas que lleven un atuendo sencillo.
Es habitual también la incorporación de un velo para las diademas, siendo el tejido plumeti uno de los que arrasa en la actualidad. Estos, simplemente, se pueden recoger después del banquete.
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Pamelas
Las pamelas son un clásico de lo más elegante, y no suelen faltar entre invitadas a bodas de día. El protocolo, eso sí, es más exigente en cuanto a ellas: deben utilizarse entre el 15 de marzo y el 15 de octubre, y la hora límite para lucirlas son las 6 de la tarde, siempre que no llueva (y que están pensadas para proteger del sol). Se han de lucir con vestidos por debajo de las rodillas y guantes, aunque es evidente que el protocolo no siempre se aplica.
La tendencia pasa por pamelas de rafia o paja en un color natural, o teñidas de algún color, como el negro. A esta se incorporan flores a juego con el atuendo, sobre el mismo sombrero o por debajo, en contacto con el cabello. Se pueden escoger las de copa pequeña, que necesitan una diadema para su sujeción. Entre las medidas, las medianas pueden medir 46×45 cm, aunque las XXL son igual de recurrentes.
Tipo canotier
El canotier es un sombrero de paja de ala plana y copa cilíndrica, a la que rodea una cita de seda, y que también se suele adornar con flores. Es, por lo tanto, una opción más pequeña que la pamela y, dependiendo del modelo, más discreta. También se le puede incorporar velo.
Existen también diferentes tipos de canotier y, por el uso habitual a lo largo de la historia, suele ir asociado a eventos campestres, por lo que es ideal en bodas en fincas o haciendas. Esto no es óbice para que se puedan lucir en otro tipo de bodas, siempre que sean de día.
Se suelen lucir colocados recto o algo inclinados a un lado, con moños y trenzas bajas o, en el caso de melenas sueltas, de tipo midi. De nuevo, los monos o los conjuntos de blusa y pantalón se dejan querer por esta opción.
Hay muchos otros tipos de tocados, como los de casquete, de plumas o peinetas. Cabe mencionar también los de plato o disco, una variante de las pamelas más moderna y juvenil, y también más cómoda de llevar.
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