Berlín, 24 ene (dpa) – El controvertido partido populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD) sigue subiendo en los sondeos gracias al efecto de la crisis de los refugiados y es ya la tercera fuerza política del país, según una encuesta publicada hoy.
La formación tiene una intención de voto del diez por ciento en la medición del instituto Emnid para el dominical «Bild am Sonntag». Otros sondeos de las cadenas ZDF y ARD dieron recientemente al partido un 11 por ciento.
AfD ocupa así el lugar de tercera fuerza más popular, por detrás de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel y de los socialdemócratas del SPD y por delante del partido ecologista Los Verdes y de los poscomunistas de La Izquierda.
Su ascenso se produce pocas semanas antes del «superdomingo» electoral del 13 de marzo, cuando se celebran comicios regionales en tres estados federados, y en medio del creciente debate por la ola de refugiados que está recibiendo Alemania.
«Por supuesto que debemos nuestra recuperación en primera línea a la crisis de refugiados. Podríamos considerarla un regalo», admitió recientemente el vicejefe del partido, Alexander Gauland, al semanario «Der Spiegel».
AfD fue creado en 2013 como un partido euroescéptico en plena crisis del euro. En 2014 logró representación en el Parlamento Europeo y en tres «Länder» de la antigua Alemania del este. En 2015 ingresó también en los parlamentos regionales de Hamburgo y Bremen.
Tras meses de división interna, el ala más conservadora se impuso el año pasado al sector fundador. El partido desplazó su fuerte desde las propuestas económicas liberales a la política nacional conservadora, del discurso antieuro al discurso contra la inmigración.
Alemania recibió 1,1 millones de refugiados sólo en 2015, la mayoría procedentes de Siria, Irak o Afganistán. Los esfuerzos de acogida e integración sufrieron un revés la noche de Año Nuevo en Colonia, cuando cientos de mujeres fueron víctimas de robos y agresiones sexuales por parte de hombres de origen árabe y norteafricano.
El hecho de que ese escándalo aumentara la intención de voto de AfD hace pensar a muchos expertos que el ascenso del partido es circunstancial. También un 68 por ciento de los encuestados consideraron que se trata de un fenómeno pasajero.