Berlín, 29 ene (dpa) – El Gobierno alemán aprobó hoy el proyecto de ley sobre la eliminación gradual de la energía de carbón para 2038, tras meses de arduas negociaciones.
Alemania dio luz verde al proyecto de ley que incluye un acuerdo multimillonario para compensar a las empresas energéticas y a las regiones que salgan perdiendo en el proceso.
Hace un año, la comisión del carbón del Gobierno presentó un proyecto de aproximadamente 200 páginas que ahora fue aprobado por el consejo de ministros y pasará al Bundestag (Parlamento alemán) para ser discutido. Se espera que la ley sea aprobada a mediados de año.
Según el plan del Gobierno, los operadores de las centrales eléctricas de carbón recibirán un total de 4.350 millones de euros (4.785 millones de dólares) para compensar el desmantelamiento gradual de sus centrales.
Los operadores de centrales eléctricas de carbón podrán solicitar el cierre a cambio de una compensación en los próximos años.
También se destinarán fondos a un plan para compensar a los empleados de mayor edad que pierdan su trabajo en la industria del carbón hasta que alcancen la edad de jubilación.
Sin embargo, activistas ambientales protestaron hoy contra la ley frente a la Cancillería germana en Berlín.
Criticaron la tardanza y la falta de continuidad en el cierre de las centrales eléctricas. Opinan que el compromiso de la comisión del carbón, que reunía a la industria, los sindicatos y los grupos ecologistas, se ha roto.
Básicamente, asociaciones ambientalistas como BUND y Greenpeace estiman que es necesario eliminar el carbón antes, alrededor del 2030.
Otro punto de crítica de los ecologistas alemanes es que se autorizó la puesta en funcionamiento de la nueva central de carbón Datteln 4 en el estado federado occidental de Renania del Norte-Westfalia.
Por su parte, el Gobierno germano afirma que, dado que tantas unidades de producción de carbón más viejas serán desmanteladas, no habrá emisiones adicionales de gases de efecto invernadero.
Paralelamente a la eliminación del carbón, se acelerará la expansión de las plantas de energía eólica y solar, aunque aún no hay acuerdo de cómo llevarlo a cabo: la coalición germana de Gobierno, formada por democristianos y socialdemócratas, discute sobre esto desde hace meses.