El escritor asturiano afincado en Valencia Eduardo Alonso (Aller, 1944), ganador del Premio Azorín, entre otros galardones, publica ‘El preso de la ballena’, una novela que recrea la personalidad del religioso y poeta San Juan de la Cruz, un «gran desconocido» lleno de fascinantes «contradicciones».
El libro, publicado por la editorial Atrio Llibres, no es una biografía, según recalca el propio autor, sino una novela que relata la vida de fray Juan de la Cruz tomando datos de obras existentes –aunque «limpiando» su trayectoria vital de anécdotas inverosímiles– y contextualizándola en la «desconcertada España de la segunda mitad del siglo XVI».
Para ello, la narración –con la que Alonso vuelve a la novela de creación tras 12 años– es fruto de una ardua labor de documentación y viajes para revivir el lenguaje, las costumbres, los parajes y los personajes –muy pocos de ellos inventados– de la época.
Alonso señala lo que más seduce de su protagonista, al que dibuja como un «huérfano solitario y compasivo», es su carácter contradictorio, ya que, por ejemplo, fue un poeta de lírica sensual que, sin embargo, rechazaba el placer e, incluso, escribía arrodillado sobre guijarros para evitar que el acto de escribir le causara satisfacción.
«Se trata de un hombre tan venerado en su tiempo como extraño en el nuestro, un momento actual en el que prima el placer de ‘melón y tajada en mano, instantáneo». Por este talante y espiritualidad, el religioso se sentía atrapado en este mundo, como el preso en la ballena que da título a la nueva obra de Alonso.
Los lectores tendrán así la oportunidad de acercarse a la figura de quien fue «un niño pobre y huérfano, hospiciano, enfermero, aplicado estudiante en Salamanca, fraile carmelita y el reformador de la religión descalza».
Juan de Yepes Álvarez, su verdadero nombre, fundó conventos, exorcizó a energúmenas, se enfrentó a «los del paño» –los que seguían la regla mitigada– , y por ello fue preso y torturado en una mazmorra de Toledo durante ocho meses de la que se fugó de noche descolgándose sobre un barranco.
También fue ermitaño, prior contra su voluntad de la casa de Baeza, viajero a pie y en mulo por Castilla y Andalucía y poeta sensual del amor místico. Reconocido en vida como santo, su cadáver fue desenterrado, desmembrado y repartido para veneración popular.
Eduardo Alonso ha sido catedrático de Lengua y de Literatura de instituto. Durante cinco cursos fue profesor de Literatura Contemporánea en la universidad.
Es autor de diez novelas, dos libros de relatos, estudios literarios, adaptaciones de obras clásicas y unos 400 artículos publicados en prensa.
Asimismo, ha obtenido los premios de novela Villa de Bilbao y Azorín; los de relatos Ciudad de San Sebastián y Gabriel Miró; y el premio Blasco Ibáñez de periodismo.