Cada vez más empresas entienden que convertir su oficina en una smart office es rentable: aumenta el bienestar de los profesionales que incide directamente en el nivel de productividad y el rendimiento. Son edificios que simplifican y hacen más cómoda su habitabilidad, cuentan con controles lumínicos y climáticos, facilitan los desplazamientos de personas tanto en horizontal como en vertical y cuentan con grandes espacios de paso y potentes ascensores, rápidos y seguros. Edificio Cuzco IV reúne los cuatro principios básicos de las oficinas inteligentes:
1. La eficiencia energética
Para hacer un uso más eficaz de nuestros recursos, -y llevar a cabo acciones que rebajen el impacto medioambiental y aumenten la eficiencia energética-, es necesario construir entornos inteligentes de trabajo y hacer un uso eficiente de dispositivos inteligentes que regulen la temperatura de los edificios empresariales: mediante sistemas de calefacción y climatización sectoriales que permiten un menor consumo eléctrico. Además, el aprovechamiento de la luz natural junto con una distribución óptima para aprovechar la ventilación natural favorece el ahorro de energía. Sin olvidar la renovación de los sistemas de iluminación: la utilización de bombillas de bajo consumo tipo LED supone un potencial de ahorro.
2. La comunicación fluida de los actores entre sí
Dotar a las oficinas de los mecanismos necesarios para que la comunicación sea abierta, transparente y rápida entre empleados, directivos, clientes y proveedores se convierte en una prioridad para las oficinas inteligente. Ganan protagonismo los espacios para el coworking, es decir, lugares dentro del propio edificio dónde los profesionales puedan conectar, compartir experiencias, abrirse a nuevas ideas y crear oportunidades profesionales y personales entre y para sus miembros. Son lugares que a su vez favorecen la retención de talento en la empresa porque hace que los profesionales se sientan más motivados.
3. El uso de espacios para el esparcimiento
Cada vez son más esenciales los espacios para el esparcimiento porque mejoran el bienestar de los empleados. La clave está en el sentimiento de conexión con otros profesionales y en facilitar a los empleados un lugar donde poder llevar a cabo pequeños descansos en escenarios de mucho estrés. Es decir, oficinas en las que hay una terraza, un café o un restaurante. Son las oficinas en las que te gustaría trabajar y muchos ya cuentan con una agradable cafetería donde los trabajadores pueden tomar un café leyendo un libro, y tener un almuerzo con comida saludable. Además, algunas de estas cafeterías cuentan con prestaciones que ayudan a la conciliación familiar, como por ejemplo, un servicio de meriendas para llevar a la hora de recoger a los niños del colegio.
4. Las políticas de bienestar
Contar con políticas que tengan un impacto positivo en la calidad de vida de los empleados incrementa la productividad, genera mayores niveles de compromiso, reduce las tasas de absentismo con menos empleados de baja a causa de su mala salud, y por último, mejoran el posicionamiento de la empresa para atraer y retener el talento. Hacer deporte, asistir a una sesión de meditación o practicar yoga son sólo algunas de las actividades que se pueden hacer sin salir de la oficina en compañías que apuestan por este nuevo modelo de producción. Además, entre las últimas iniciativas saludables algunas oficinas empiezan a incentivar a empleados que vayan en bici a trabajar.
Estos cuatro principios ya han sido aplicados por Edificio Cuzco IV en la puesta en marcha de su iniciativa Espacio C4. En palabras de Gabriela Rodríguez, responsable de Gestión Comercial y Marketing de Edificio Cuzco IV, «Espacio C4 es una novedosa iniciativa destinada a potenciar el talento de los profesionales de las distintas empresas con sede en el edificio, a través de un ambicioso programa con servicios que incluyen clases de yoga y pilates, un nuevo taller de mindfulness, charlas y conferencias punteras. El objetivo de este proyecto es que las empresas retengan el talento de sus empleados».