París, 19 jun (dpa) – Libertad (para especular), igualdad (en el marcador) y fraternidad (para defender) podría ser el lema de la contrarrevolución futbolística que gobernó las primeras dos jornadas de la Eurocopa de Francia.
El nuevo formato de clasificación, con 16 selecciones que avanzan a los octavos de final sobre las 24 que participan, promovió la búsqueda del empate y la especulación y restringió las ofensivas en la mayoría de los partidos.
En los 24 primeros encuentros hubo ocho empates, pero con 11 goles marcados en los últimos tres minutos -siete de ellos inclusive con el tiempo cumplido o en tiempo adicional- que rompieron agónicamente la paridad.
Con el arranque de la tercera jornada hoy (Francia-Suiza y Rumanía-Albania), se disparan interrogantes: ¿No es demasiado premio una eventual clasificación con tres empates? ¿Habrá una tercera jornada al ataque después de un inicio con mucha especulación?
«Para muchos es el torneo de su vida y ponen todo en lo que saben hacer, que es defender y esperar el contragolpe», analizó el entrenador alemán, Joachim Löw. «Es lo que se esperaba antes del torneo, que los equipos se defiendan con 10 jugadores y esperaran por sus ocasiones.»
«Muchos equipos defienden con cinco defensas y luego una línea de cuatro por delante con el delantero solo en el ataque esperando a los balones», coincidió Jens Lehmann, ex portero alemán, en una entrevista con el «Bild am Sonntag» de hoy.
El formato de clasificación, tan benévolo como curioso, permite que muchos seleccionados aún puedan avanzar luego de perder sus dos primeros partidos o con apenas un punto en dos jornadas, ya que cuatro de los mejores terceros de cada grupo, además de los dos primeros, avanzan.
Así, selecciones sin victorias como Turquía o Albania, o con un empate en dos encuentros, como Rumanía, Rusia, República Checa, Suecia, Irlanda, Austria, mantienen posibilidades.
Por eso a varios seleccionadores no se ruborizaron en confesar que apostaron a empatar antes de los partidos.
«Conseguimos lo que queríamos. Es difícil competir en este nivel porque hay mucha presión», dijo el rumano Anghel Iordanescu tras igualar 1-1 con Suiza, pese a que Rumanía había perdido ante Francia en el debut.
El sábado, tras resistir la embestida de la Portugal de Cristiano Ronaldo, los austríacos repitieron estar «felices con el punto conseguido», pese a haber perdido en el debut.
El capitán portugués había quedado envuelto en una polémica al acusar a los islandeses de «mentalidad pequeña» por festejar el empate 1-1 gracias a una propuesta bien defensiva.
Pero ya no hay margen para la especulación. Ocurre que, al saberse con vida hasta el último encuentro del grupo, los seleccionados que pugnan por esa plazas cuatro plazas «extra» terminarán jugando al todo o nada en los próximos cinco días.
La Eurocopa ya aportó vértigo con los goles agónicos, pero el miedo a perder gobernó los partidos y censuró la audacia para buscar la victoria.
Con el inicio de la tercera jornada, ya no habrá mañana para muchos seleccionados. Sólo tienen una alternativa, la más bonita que tiene el fútbol: el gol.
Por Santiago Peluffo