El 19,9% de la población adulta asturiana tiene riesgo de mala salud mental, un problema que es mucho más relevante entre las mujeres con un 24,7% que en hombres 14,5%. Los datos figuran en las conclusiones del informe de la Encuesta de Salud de Asturias dedicada a la salud mental de los asturianos, según ha informado el Gobierno de Asturias a través de una nota de prensa.
Se estima que uno de cada cuatro asturianos tendrá algún problema psiquiátrico a lo largo de su vida. La encuesta incluye por primera vez un cuestionario específico del que se pueden extraer resultados de dos tipos: la percepción de incapacidad de funcionar de las personas desde el punto de vista psíquico y la aparición de nuevos fenómenos de malestar.
Por grupos de edades, los valores de riesgo de mala salud mental son considerablemente mayores en los tramos más elevados, de más de 65 años (24,2%).
En función del hábitat de residencia, los valores de riesgo crecen en las cuencas mineras, seguidas del medio urbano. Por áreas sanitarias, la situación de mayor riesgo se detecta en el área sanitaria VII, con cabecera en Mieres (32,9%), seguidos del área V (22,3%), que se corresponde con los municipios de Gijón y su zona de influencia; y el área I (21,6%), con cabecera en Jarrio (Coaña). Son valores significativamente superiores a las de menor prevalencia como son el área VI (16,2%), con cabecera en Arriondas, y la comarca del Nalón (14,6%).
En general, las personas con un nivel de estudios más bajo tienen también mayor riesgo y las de clase social más elevada declaran verse menos afectadas por estos problemas. Las personas viudas (37%) duplican a solteras y a casadas, mientras que las separadas declaran prevalencias por encima de la media.
El aislamiento social es un factor de riesgo que aumenta la incidencia de la enfermedad e incluso la mortalidad. Los resultados de esta encuesta ponen de manifiesto que los hombres suelen tener una mejor valoración social que las mujeres, y que la población de las zonas rurales sufre mayores problemas de incapacidad social que la de las zonas urbanas o la de las comarcas mineras.