(dpa) – El Borussia Dortmund se despidió de la Liga de Campeones del fútbol europeo tras caer por 2-1 ante el Tottenham inglés en la fase de grupos del campeonato, confirmando un final amargo que se avecinaba desde el minuto uno del partido.
Un gol de Pierre-Emerick Aubameyang (30′), que regresó al terreno de juego muy motivado tras cumplir un partido de sanción impuesto por su club, parecía encaminar finalmente el rumbo del conjunto negro-amarillo, que desde hace semanas vive sumido en una profunda crisis.
Sin embargo, la reacción en la segunda mitad de los ingleses, con dianas de Harry Kane (49′) y Son Heung-min (76′), acabó con el sueño europeo de los alemanes y propició el desastre.
«Íbamos dominando, teníamos todo bajo control pero después lograron meter un gol relativamente rápido. No puedo explicar lo que pasó. Todos debemos reprocharnos que hemos vuelto a perder», indicó el internacional alemán Mario Götze al término del encuentro.
El Dortmund se encuentra al borde del precipicio desde hace tiempo: solo logró imponerse en una ocasión en los últimos nueve partidos que ha disputado. Con la derrota de anoche, el equipo selló su caída a los infiernos.
El Borussia Dortmund afrontaba el encuentro de hoy con pocas esperanzas. Era consciente de que tan solo un milagro podría garantizarle su permanencia en la competición europea.
Tras dos empates y dos derrotas en las cuatro primeras jornadas de la Champions League, el conjunto alemán ya no dependía de sí mismo y la más que probable victoria del Real Madrid ante el Apoel de Nicosia, que efectivamente acabó produciéndose y por goleada, le hacía presagiar que le tocaría hacer las maletas.
Por primera vez desde 2012, el Dortmund no ha sido capaz de alcanzar los octavos de final. El único consuelo que le queda es que mantiene el tercer puesto del grupo, que da acceso a la Liga Europa.
Ahora, tan solo le resta salvar el honor en el último partido, el de cierre de grupos, que le enfrentará en el Santiago Bernabéu ante al Real Madrid.
Con este panorama, el entrenador del club alemán, Peter Bosz, parece estar a merced de los leones. Desde hace días, la prensa especula con su futuro. Ayer el estratega holandés estaba de cumpleaños pero no ha tenido nada que celebrar.
El sábado, ya en la Bundesliga, el Dortmund recibirá en su estadio al Schalke en el clásico de la Cuenca del Ruhr, un partido que despierta algo más que pasiones entre los hinchas amarillos. La pregunta que muchos se hacen en Alemania es si a esas alturas Bosz seguirá dirigiendo el banquillo.
Por María Prieto