Mientras que la Consejera de Infraestructuras Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado insistía que no había un grave problema de contaminación en Asturias y que estábamos dentro de los parámetros legales en la reunión del Comité de Coordinación y Seguimiento del Plan de Mejora de la Calidad del Aire de Avilés que hoy se va celebrar en Gijón, según fuentes de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, parece que las estaciones decían lo contrario, puesto que ayer se disparaba la contaminación de partículas en dos estaciones de Gijón (Pumarín y La Calzada) y dos de Avilés.
En la estación de Pumarin donde se llegó a alcanzar picos de más de 239 µg/m3 de PM10 y en la estación de la Calzada donde se llegó a alcanzar picos de 123µg/m3 de
PM10. Para mejor entendimiento de las cifras, las primeras son unidades empleadas en la medición de la calidad del aire y las segundas, denominadas PM10, son partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen que están dispersas por la atmósfera. Los valores recogidos son totalmente ilógicos, pues suponen que los niveles son 12 veces superiores a lo que los científicos recomiendan como datos razonables. Por ello, Gijón presenta la peor estadística en contaminación de partículas de toda España.
La OMS, en sus Guías de Calidad del Aire, estableció en el año 2005 unos valores límite para partículas PM10 aún más restrictivos que los vigentes en la Unión Europea. Así, mientras España considera un valor límite promedio anual de 40 µg/m3, la OMS lo establece en 20 µg/m3, con lo que los datos de los últimos días y, de forma especial ayer en la zona, dan una idea de la situación actual en la zona.