Berlín, 5 dic (dpa) – Poco más de 18 años después de su fundación en septiembre de 2005, la fracción del partido La Izquierda en el Bundestag será historia a partir del 6 de diciembre.
Un final que viene acompañado de una mezcla de melancolía y alivio, desafío y nuevos comienzos.
Probablemente, 28 de los 38 miembros que conformaban hasta ahora el grupo parlamentario se reorganizarán en un nuevo grupo, y los 10 restantes se agruparán bajo la denominada Alianza Sahra Wagenknecht. En el futuro, serán rivales, algo que no aclarará el panorama político.
El trasfondo es la dimisión de la antigua líder del grupo parlamentario Sahra Wagenknecht y de otros nueve diputados de La Izquierda. Sin ellos, el partido pierde el tamaño mínimo de 37 legisladores para poder contar con fracción propia en el Bundestag.
«Es triste y, en vista del giro a la derecha de todos los demás partidos, malo para la cohesión en este país», opinó el diputado izquierdista Jan Korte. «Al mismo tiempo, tenemos la oportunidad de encarrilar un partido socialista renovado y fuerte», apunta.
Korte pertenece a los 28 diputados que la otra parte ahora llama la «izquierda residual». Son mayoría, pero parecen haberse quedado afuera de alguna manera desde que Wagenknecht forzó la división con un gran gesto en octubre.
Wagenknecht quiere fundar su propio partido en enero y en las encuestas de intención de voto ya obtiene un apoyo de dos dígitos. En cambio, La Izquierda recibe solo un tres por ciento de apoyo electoral según un sondeo del instituto Insa.
De momento, la Alianza Sahra Wagenknecht atrae casi toda la atención. «La gente espera con impaciencia las novedades que se avecinan», afirma su compañero de campaña y exintegrante de La Izquierda Alexander Ulrich. «La popularidad entre la población también es muy alta», dice.
El grupo parlamentario existía antes de que el partido occidental WASG y el sucesor del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED), el Partido del Socialismo Democrático (PDS), se fusionaran para formar La Izquierda en 2007.
El partido se disparó a un máximo del 11,9 por ciento de apoyo en las elecciones federales de 2009 y todavía tenía alrededor del 9 por ciento en 2013 y 2017. Después cayó en picado hasta el 4,9 por ciento en 2021.
En plena campaña electoral, Wagenknecht criticó a sus propios compañeros en un libro que obtuvo gran éxito. En términos de contenido, esto prácticamente anticipó la escisión.
Lo que separa a los nuevos rivales
«Hay coincidencias en el ámbito social, por lo que una escisión no habría sido necesaria», afirma Ulrich, partidario de Wagenknecht. Pensiones más altas, mayores impuestos para los ricos, un salario mínimo más alto, mejor educación: los excompañeros recién divorciados apenas difieren en estos ámbitos.
Ambas partes abogan por la paz a través de la diplomacia en Ucrania y rechazan los envíos de armas alemanas. Será interesante ver si se unen en estos temas en el Bundestag.
Las opiniones están divididas sobre todo en las cuestiones clave de la migración y la protección del clima. El Partido La Izquierda defendía una acogida generosa de refugiados y un objetivo climático mucho más ambicioso, una economía sin más gases de efecto invernadero a partir de 2035.
Wagenknecht, en cambio, quiere acoger menos refugiados y aboga por que Alemania compre gas barato a Rusia y conduzca coches con motores de combustión.
¿Qué pasará ahora?
La Izquierda deja de existir este 6 de diciembre a las 00.00 horas, así lo decidió el grupo parlamentario a mediados de noviembre y lo notificó al Bundestag; no es necesario dar ningún otro paso formal.
La Izquierda, dirigida por el antiguo jefe de grupo parlamentario Dietmar Bartsch, ya se declaró como grupo y solicitó el reconocimiento oficial de la presidenta del Bundestag, Bärbel Bas. Una decisión en el pleno determinará qué derechos tiene el nuevo grupo y cuánto apoyo financiero recibirá.
La oficina de prensa del Bundestag aún no ha decidido cuándo se tomará una decisión sobre la solicitud de La Izquierda. En teoría, podría ser la semana que viene, pero es más probable que sea después de Año Nuevo.
Para entonces, el grupo de Wagenknecht probablemente también estará listo porque quiere constituirse el 12 de diciembre y solicitar también el estatus de grupo antes de que Wagenknecht funde su partido en enero.
Después vendrá el año electoral de 2024, con las elecciones europeas en junio y las regionales en Thüringen, Sajonia y Brandeburgo en septiembre. Será la primera prueba para el partido de Wagenknecht y la primera indicación para La Izquierda de si la esperada remontada es realista.
Por Verena Schmitt-Roschmann (dpa)