El Gobierno del Principado de Asturias ha informado de que el Hospital San Agustín de Avilés ofrecerá la posibilidad de hacer un test de orina para detectar enfermedad renal a las personas que acudan mañana a consultas externas.
El Hospital San Agustín de Avilés ofrecerá mañana a las personas que acudan a consultas externas la posibilidad de realizar un análisis de orina con tira reactiva para detectar enfermedad renal de forma temprana. Esta iniciativa, en la que participarán profesionales del servicio de Nefrología y representantes de la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer), se desarrollará con motivo del Día Mundial del Riñón.
Además, el centro sanitario colocará una mesa informativa a la entrada de consultas externas para resolver dudas de la población y concienciar sobre la importancia de cuidar la salud cardiovascular.
El jefe del Servicio de Nefrología del Hospital San Agustín, José Baltar, ha advertido de que una pequeña cantidad de proteínas en la orina puede ser la primera señal de que los riñones están en riesgo. “La presencia de albúmina en la orina es un peligro oculto tan amenazante como puede ser el aumento del colesterol en la sangre”, ha explicado. Por esta razón, detectarla a tiempo puede evitar la insuficiencia renal, problemas cardiovasculares y otros daños irreversibles.
En este sentido, se recomienda realizar la prueba de orina de forma periódica a todas las personas con diabetes, hipertensión, obesidad o que tengan más de 50 años.
Más de 850 millones de personas en el mundo padecen enfermedad renal crónica. En España, afecta a más del 15% de la población y se prevé que en 2040 sea la quinta causa de muerte tras las patologías cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y la enfermedad respiratoria crónica. En Asturias más de 1.500 personas viven gracias a la diálisis o al trasplante renal.
El desconocimiento general de la patología, sus factores de riesgo y las medidas para su prevención, así como la ausencia de síntomas iniciales y el diagnóstico tardío en grados avanzados tiene un gran impacto en términos de salud. Además, no sólo la progresión de la enfermedad puede acabar con la vida del riñón, sino que las personas padecen esta patología tienen un mayor riesgo de sufrir un problema cardiovascular.