Fráncfort, 27 jul (dpa) – El mayor banco comercial alemán, el Deutsche Bank, registró en el segundo trimestre del año una caída de beneficios de 98 por ciento, golpeado por menores ingresos de transacciones de mercado y de banca de inversión.
El banco con sede en Fráncfort reportó ganancias netas de 20 millones de euros (22 millones de dólares), frente a los 818 millones de euros de beneficios obtenidos en el mismo periodo de 2015. Los ingresos cedieron un 20 por ciento a 7.400 millones de euros.
Los resultados coincidieron con lo esperado por los analistas. El presidente ejecutivo de la entidad, John Cryan, advirtió que podría intensificar el programa de recorte de costos.
«Si el actual entorno económico se mantiene débil, tendremos que ser más ambiciosos en cuanto a la velocidad y la intensidad de la reestructuración», lo cita un comunicado. «Y vamos a hacer todo para acelerar las medidas previstas».
Cryan declaró en el pasado que 2016 sería un año de transición y advirtió repetidamente que el banco podría mantenerse en la zona de pérdidas tras acumular el año pasado pérdidas récord de 6.800 millones de euros.
En el marco de la reestructuración se dio a conocer días atrás el cierre de 188 sucursales en Alemania y la supresión de unas 3.000 plazas de tiempo completo. Además se negocia la eliminación de otro millar de puestos de trabajo en suelo alemán.
A nivel mundial, el Deutsche Bank tiene previsto suprimir 9.000 plazas hasta 2018 y retirarse por completo de diez países, incluidos Argentina, Chile, México, Perú y Uruguay.
Los costes del plan de ajuste hicieron mella en los resultados trimestrales al igual que la incertidumbre que ha generado en los mercados de capital la decisión mayoritaria de los británicos de salir de la Unión Europea, el llamado Brexit.
Los bajísimos intereses y las provisiones para créditos de cobro dudoso, que aumentaron en casi tres cuartas partes a 259 millones de euros, también lastraron los resultados.
Los resultados antes de impuestos cedieron en dos tercios a 408 millones de euros, presionados a la baja por gastos de restructuración, litigios y reservas de valuación.
En cuanto a sus reservas para tiempos de crisis, el Deutsche Bank reportó mejoras. La ratio de capital básico subió en 0,1 puntos a 10,8 por ciento.
El gran banco alemán enfrenta desde hace años una serie de escándalos judiciales y financieros que ya le costaron 12.000 millones de euros desde 2012.