Hannover (Alemania), 12 jun (dpa) – Autoridades sanitarias de Hannover, en la región alemana de Baja Sajonia, confirmaron el lunes que se registró un nuevo ingreso al país de huevos contaminados con el insecticida fipronil procedentes de los Países Bajos.
Cerca de 73.000 huevos contaminados ingresaron para su venta en los estados de Baja Sajonia, Hesse, Bavaria, Schleswig-Holstein, Renania del Norte-Westfalia y Baden-Wurtemberg.
Un total de 97.200 huevos fueron entregados entre el 17 de mayo y el 4 de junio desde los Países Bajos a un centro de empaquetamiento en la ciudad alemana de Vechta, algunos de los cuales todavía continúan en el mercado.
Los comerciantes ya iniciaron el retiro de los productos, informó a dpa el Ministerio de Agricultura de Baja Sajonia, que subrayó que no hay riesgo de salud para los consumidores.
La etiqueta con la procedencia de los huevos, para que los consumidores puedan identificarla, estará disponible recién en una segunda investigación, informó un portavoz del ministerio.
El escándalo del fipronil estalló el año pasado luego de que la empresa holandesa Chickfriend fuera sospechada de haber tratado a aves de corral con un producto que contenía fipronil, cuyo uso en animales destinados al consumo humano está prohibido por la legislación de la Unión Europea (UE). La venta afectó a 18 países del bloque, como así también Suiza, el Líbano y Hong Kong.
Dos directivos de la compañía fueron arrestados en Holanda acusados de poner en riesgo la salud pública y de posesión de sustancias prohibidas. Cerca de 180 productores de huevos son clientes de ChickFriend.
El fipronil es una sustancia tóxica que se usa para combatir piojos, ácaros y garrapatas, entre otros parásitos, en perros y otros animales. El consumo excesivo del insecticida puede causar daños en el hígado, las glándulas tiroides y los riñones.
Según las investigaciones realizadas hasta el momento, el fipronil pasó a los huevos por haber sido usado de forma ilegal en la limpieza de naves avícolas.