Potsdam (Alemania), 10 ene (dpa) – Los primeros casos de fiebre aftosa en Alemania desde 1988 han sido detectados en el estado federado de Brandeburgo, según anunció hoy la ministra regional de Agricultura, Hanka Mittelstädt.
La ministra detalló que se encontraron rastros del virus en tres búfalos de agua muertos. Es el primer caso de aftosa en la región de Brandeburgo, que rodea a Berlín. Se ha establecido una zona de exclusión donde fueron hallados los búfalos, al norte de la capital alemana.
Según el Instituto Friedrich Loeffler (FLI), especializado en enfermedades de animales, tanto Alemania como la Unión Europea fueron consideradas libres de aftosa en los últimos años. Esta fiebre no es considerada un peligro para los humanos, pero puede ser devastadora para los productores ganaderos.
Los tres búfalos de agua murieron de aftosa en el distrito de Märkisch-Oderland, confirmó la ministra de Agricultura de Brandeburgo. Allí están trabajando especialistas que investigan la causa de la enfermedad, y si hay más ganado que está muriendo o que está propenso a contagiarse el virus, dijo Mittelstädt.
La fiebre aftosa es una enfermedad viral altamente contagiosa en animales como las reses, ovejas, cabras y cerdos. También otros animales salvajes pueden contagiarse.
«Es de esperar que las investigaciones permitan averiguar cómo se produjo la entrada (de la enfermedad) y cómo pudo o no producirse la transmisión», afirmó la ministra Mittelstädt.
Se establecerá una zona de exclusión en un radio de al menos tres kilómetros y una zona de vigilancia de al menos 10 kilómetros alrededor de la ubicación de los actuales casos conocidos, que incluye también el distrito vecino de Barnum, declaró la ministra.
Mittelstädt comentó que no hay que subestimar la enfermedad animal: «Es de hecho un riesgo económico para las explotaciones ganaderas».
Según el instituto FLI, la fiebre aftosa se da regularmente en Turquía, Oriente Próximo y África, así como en partes de Asia y Sudamérica.
«Los productos animales importados ilegalmente de estos países suponen una amenaza constante para la agricultura europea», alertó la entidad. FLI agregó que los piensos y materiales de cama importados de países con brotes de fiebre aftosa también pueden provocar un brote.
«La fiebre aftosa es una de las enfermedades animales de mayor importancia económica del mundo por sus efectos potencialmente catastróficos», afirmó el instituto. «Debido al aumento del comercio mundial y de los viajes, existe un riesgo constante de reintroducción de la fiebre aftosa y de propagación explosiva en Europa».
En 2001, por ejemplo, se produjo un brote devastador en el Reino Unido, al que siguieron brotes posteriores en otros países europeos, según la información de la FLI.
La enfermedad no es mortal en la mayoría de los animales adultos, pero provoca un descenso duradero del rendimiento y no existen opciones de tratamiento. Si un solo animal de una granja enferma, a menudo se mata a todo el rebaño como medida de precaución.