Múnich, 14 feb (dpa) – Las esperanzas de que por fin llegue la paz a Siria palidecieron en la Conferencia de Seguridad de Múnich, la cita anual de diplomáticos y expertos en defensa, que se cerró hoy con un balance bastante decepcionante de la situación mundial.
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, que acudió a la cita anual de diplomáticos y expertos en defensa en lugar del presidente Vladimir Putin, causó revuelo al hablar el sábado de una «nueva guerra fría» entre Rusia y Occidente y de «relaciones estropeadas» entre Moscú y la Unión Europea.
Medvedev abogó por dialogar y concentrarse en temas vitales como la lucha antiterrorista, pero al mismo tiempo, los aviones rusos intensificaron sus bombardeos sobre los opositiores en Siria, con lo que el acuerdo para que callen las armas en una semana pareció más lejano.
Estados Unidos, por su parte, advirtió a Moscú que no crea que podrá ganar la sangrienta guerra civil apoyando al presidente Bashar al Assad.
«Nos encontramos en un momento decisivo», dijo el secretario de Estado norteamericano, John Kerry. El representante del gobierno de Barack Obama demandó a Moscú que deje de atacar a civiles y colabore para la aplicación del cese de hostilidades.
Kerry advirtió que en caso de fracasar la tregua, Estados Unidos debería afrontar «opciones difíciles», pero no aclaró si se trataba de enviar tropas de tierra a Siria.
Rusia, Estados Unidos e importantes potencias regionales como Irán, Turquía y Arabia Saudí acordaron el jueves por la noche en Múnich el objetivo de implantar una tregua en la guerra siria en el lapso de una semana y permitir el rápido acceso de ayuda humanitaria.
El acuerdo excluyó ataques a las milicias terroristas de Estado Islámico y del Frente Al Nusra, brazo de la red Al Qaeda en Siria.
Putin y Obama hablaron por teléfono y acordaron seguir negociando la tregua en Siria, informó hoy el Kremlin. Ambos mandatarios elogiaron los avances logrados al margen de la Conferencia de Seguridad. En la ocasión, Putin volvió a abogar por la creación de una coalición internacional antiterrorista en Siria.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, avizoró un panorama sombrío en caso de que las armas no callen pronto en Siria. Mientras no haya paz, todas las demás medidas para mitigar la crisis de los refugiados serán insuficientes, previno.
La oposición siria, también presente en la cita de Múnich, acusó a Assad y a Moscú de practicar una «política de desplazamiento forzoso».
El coordinador general de la oposición siria, Riyad Hiyab, se mostró hoy desconfiado de que Assad y Rusia estén dispuestos a deponer las armas. «En la actualidad no hay ni la más mínima esperanza para la mayoría de los sirios», se lamentó.
También el senador norteamericano John McCain se manifestó escéptico sobre las posibilidades de éxito del acuerdo. «(El pacto) Permite a Rusia continuar bombardeando de forma indiscriminada a grupos rebeldes y civiles de forma impune», sostuvo.
«Me gustaría poder compartir la opinión de algunos de mis amigos que ven en este acuerdo un éxito. Pero desgraciadamente no puedo», señaló el político republicano. «El señor Putin no está interesado en ser nuestro socio».
Al mismo tiempo, las Naciones Unidas aún siguen esperando garantías de seguridad para el transporte de ayuda. «Tiene que pasar algo rápido», urgió el vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson.
El funcionario señaló que la ONU está preparada para una misión inmediata. «Los camiones están listos; los depósitos están llenos», informó el sueco. Según cifras de la ONU, unas 400.000 personas sufren el asedio en unas 50 localidades y ciudades sirias.
África, el continente muchas veces olvidado, también fue foco de la atención en la última jornada del encuentro de Múnich.
El ex secretario general de las Naciones Unidas y Premio Nobel de la Paz 2001, Kofi Annan, exhortó a la comunidad internacional a no ignorar la amenaza que representan en el continente africano milicias fundamentalistas islámicas como Boko Haram y Al Shabab.
«Boko Haram mató el año pasado a más gente que el Estado Islámico», recordó Annan y precisó que el terrorismo islamista se ha cobrado ya 10.000 víctimas en África. «No debemos olvidar que en muchos lugares ondea la bandera de la yihad».
Annan destacó la importancia de crear puestos de trabajo para los jóvenes, que representan la mayor parte de la población en el continente africano. De no ocurrir, cada vez más gente emigrará o se sumará a la yihad, advirtió.
Por Henning Otte