Cuando se habla del capital de una empresa, de inmediato se piensa en el valor del mercado, en activos y en cosas que representen dinero, pero pocas veces se reflexiona sobre cuán valiosos son los datos y las personas que trabajan en ella – y no se consideran los salarios en este punto. El mercado ya sabe que valorar a los empleados es esencial para tener éxito en los negocios, pero, en la práctica ¿eso ha sucedido?
El estudio de grandes volúmenes de datos para generar conocimiento y trazar estrategias de negocios ha ganado popularidad en los últimos años, pero el foco son acciones que aumentan la rentabilidad de la empresa. En el medio corporativo, tecnologías orientadas a ese fin todavía son poco exploradas por el área de Recursos Humanos. Es necesario ver que aplicando los datos que la empresa ya posee, se puede pensar en el desarrollo de personas de una forma más eficaz.
Con soluciones de Business Intelligence, por ejemplo, si se aplican en la gestión estratégica de personas, sería posible analizar, en una fábrica, cuál es el índice de capacitación de los colaboradores y la desalineación de la producción y, con ello, identificar si existe la necesidad de invertir en el perfeccionamiento de una determinada habilidad. Otro punto importante es la retención de talentos – ¿La empresa está viendo la cuestión de la capacitación/productividad versus al salario? Medir esto manualmente es inviable y aquí, una vez más, el BI puede crear indicadores valiosos.
En el caso del famoso turnover, más que determinar la tasa media entre admisiones y salidas e indicar en qué departamentos la rotatividad es mayor, la tecnología puede ayudar a entender por qué esto está sucediendo. Una práctica de Recursos Humanos (RH) interesante es la evaluación 360º. ¿Será que se puede usar la tecnología para cruzar los resultados de esas evaluaciones y entender por qué un área tiene tanta rotación?
Para el futuro, RH tiene un desafío aún más arduo. La llegada de las nuevas generaciones al mercado de trabajo está presionando a los gestores a repensar sus políticas. Cada vez más, conocer el perfil de los empleados será esencial para tener gente feliz y mantener la empresa rentable.
En este nuevo escenario, la Inteligencia Artificial es un recurso que tiene potencial para asumir un lugar destacado en la gestión del capital humano. Al igual que Google y Facebook conocen las preferencias a partir de la información que se proporcionan, con Inteligencia Artificial (IA), una dinámica similar se puede aplicar a RH. Cruzando datos sobre el desempeño al perfil del colaborador, su formación – cursos internos o de mercado – trayectoria dentro de la empresa, evaluación de desarrollo y feedbacks del gestor, además de diversas informaciones que él comparte, voilá: será posible crear un plan de carrera personalizado.
La digitalización ha llegado para todos, incluso para los empleados – observe la rutina de cualquier personas, la mayoría utiliza smartphone y redes sociales en su vida personal. Por lo tanto, no tiene sentido seguir administrando el RH basándose sólo en políticas y visiones estáticas.
La gestión de personas es una tarea compleja y tener colaboradores satisfechos requiere de un trabajo continuo. La tecnología tiene potencial para contribuir en este proceso. No sólo para las actividades burocráticas, como control de nóminas. Los gestores de RRHH necesitan verla como una gran aliada y creer que los datos son valiosos para hacer la relación empresa-empleado aún más sana y productiva.
Por Marcelo Cosentino, Vice-presidente de Professional Services de TOTVS