(dpa) – Las personas con diabetes deberían chequear su nivel de glucosa antes de ir al mar o a la piscina y, de ser necesario, adecuar la cantidad de insulina, de acuerdo con la organización alemana Ayuda al Diabético.
Según indica, el agua puede influir en la medición del azúcar en sangre. Por eso es importante secarse bien las manos antes de pincharse la yema del dedo.
La glucosa líquida ayuda
La organización explica que el consumo de energía aumenta en el agua fría debido a que el cuerpo debe producir más calor. Si se produce una hipoglucemia espontánea, el mejor remedio es la glucosa en forma líquida.
Por otra parte, las manos temblorosas y la sensación de mareo son signos frecuentes de hipoglucemia, los que a veces se interpretan erróneamente durante la natación.
Quien tiene diabetes tipo 1 y utiliza una bomba de insulina, puede quitársela antes de nadar. La cánula que se encuentra debajo de la piel debe ser asegurada con un esparadrapo impermeable para catéteres.
Mejor comer algo antes de sumergirse
De acuerdo con la organización alemana Ayuda al Diabético, la bomba solo debería ser extraída cuando el nivel de glucosa se encuentra entre 120 y 180 mg/dl (miligramos por decilitro).
Si el valor es más bajo, hay que comer un snack rico en hidratos de carbono, como por ejemplo una barrita de cereal, antes de sumergirse. Si el valor es muy alto, conviene darse antes una dosis extra de insulina.
Por otra parte, la bomba de insulina, las tiras de prueba de glucosa, el glucómetro y los medicamentos deben mantenerse en un lugar fresco y seco. Además, se debe evitar que reciban radiación solar fuerte.