(dpa) – Quien quiera reducir sus provisiones de conservas, no siempre necesita todo el contenido de la lata para cada plato. Pero lo que quede en una lata de conservas abierta no debería guardarse sin más en la heladera, advierten los expertos. Lo mejor es guardar el contenido de la lata en un recipiente de vidrio o de plástico con tapa.
Y es que la mayoría de las latas de conservas están cubiertas con una capa protectora. Al abrirla con un abrelatas o por el contacto con un tenedor, esa capa puede ser dañada y así entra oxígeno en su interior. Eso genera que posiblemente se desprenda estaño del material del que está hecha la lata y este pasa al alimento.
Según los expertos, el estaño en grandes cantidades puede dañar los riñones. El riesgo para la salud por una lata de conserva es más bien bajo, pero, sin embargo, es conveniente tener las precauciones sugeridas.
Además, al guardarlos en recipientes adecuados los alimentos de la lata se conservarán claramente más tiempo que en la lata abierta.