(dpa) – La pasta hervida solo dura de tres a cuatro días en la nevera, las patatas cocidas un máximo de tres días y el arroz preparado solo dos días. Después ya empiezan a degradarse y comienzan a aparecer los gérmenes.
El almidón es el componente de estos alimentos que los convierte en un excelente caldo de cultivo para las bacterias.
Estos organismos son relativamente resistentes al calor y no pueden ser eliminados adecuadamente ni siquiera durante un segundo calentamiento, explica el profesor Dirk Bockmühl, microbiólogo de la Universidad Rhin-Waal, en el número de abril de la revista “Good Health”.
Bockmühl también recomienda almacenar la leche abierta, ya sea fresca o pasteurizada, durante tres o cuatro días solamente.
Para evitar que los gérmenes entren en el frigorífico, en primer lugar, los platos deben colocarse en él inmediatamente después de enfriarlos, pero no más de dos horas después de cocinarlos. De lo contrario, la probabilidad de que las bacterias ya estén presentes en los alimentos crece rápidamente.
Como regla general para recalentar los alimentos, estos siempre debe hacerse a 70 grados durante al menos dos minutos.
Bockmühl también recomienda limpiar la nevera al menos una vez al mes con agua con vinagre o con un limpiador convencional.