(dpa) – En medio del triángulo formado por Escocia, Noruega y las islas Feroe, las Islas Shetland se asoman en el Atlántico como el lomo de un cocodrilo alargado, a veces místicas, a menudo envueltas en la niebla y con un horizonte infinito.
El archipiélago cuenta con más de cien islas, 16 de las cuales están habitadas. La mayoría de los 20.000 isleños viven en la isla principal, Mainland. Su escasa población se ve contrarrestada por una fuerte comunidad, y la dureza del clima, por los cálidos artículos de lana tejidos a mano.
Las islas Shetland están situadas en el extremo norte de Gran Bretaña, entre Noruega y las islas Feroe, y a poco menos de 350 kilómetros de la ciudad portuaria escocesa de Aberdeen.
Cuatro atracciones para los recién llegados a las Shetland:
1. Lerwick, capital de la isla y centro neurálgico
Si bien la pequeña ciudad parece muy tranquila, el puerto de ferris y de pescadores es un lugar sumamente concurrido. Los grandes pabellones de las empresas de comercio de pescado se extienden a lo largo de los muelles. Como punto de partida, la pequeña capital de la isla acoge a los viajeros con una selección de alojamientos que van desde hoteles hasta albergues juveniles.
2. La vieja roca y el mar
«The Old Rock» (La Vieja Roca) es como a los lugareños les gusta llamar a su isla. Algunas de las rocas del norte de la isla tienen 2.800 millones de años.
Las Shetland, moldeadas por los cambios tectónicos, las eras de hielo, la lluvia, el viento y las olas, fueron designadas en 2015 Geoparque Global de la Unesco. Aquí reina la geodiversidad. Los diferentes tipos de roca encajan como un gran rompecabezas: además del gneis, el archipiélago está formado por granito y caliza, pizarra y roca volcánica.
3. 16 islas, 16 mundos
La alargada isla principal de Mainland mide 85 kilómetros de norte a sur. Está rodeada de innumerables peñascos, pequeños islotes y otras 15 islas habitadas, cada una de ellas es un microcosmos en sí mismo. Algunas, como Muckle Roe, Trondra o las islas adyacentes de East y West Burra, están tan cerca que están conectadas por puentes.
Para explorar las islas más lejanas, se aplica el principio de ir de isla en isla. Fetlar o Foula, Papa Stour, la isla más septentrional de Unst o la más meridional y remota de Fair Isle merecen una visita.
4 Lana, ballenas y frailecillos
Es imposible no sucumbir al encanto de los simpáticos frailecillos que pueblan las Shetland por miles cada año de abril a agosto. Luego, las aves regresan a sus madrigueras de cría en los altos acantilados. Junto con sus congéneres, como los alcatraces, araos, págalos parásitos y alcas ofrecen un ruidoso espectáculo. Con un par de prismáticos también se puede tener la suerte de ver delfines o incluso orcas.
Parte ineludible de este pequeño reino insular británico son los descarados ponis, pero sobre todo las ovejas, que superan en número a la población de las Shetland en más de seis a uno.
La isla cuenta con hoteles, bed & breakfast, habitaciones privadas, y campings, además de casitas de pescadores reconvertidas en albergues.
Se puede acceder a las islas Shetland escocesas desde numerosos aeropuertos europeos a Edimburgo, Aberdeen, Glasgow o Inverness. El viaje nocturno en ferri de doce horas desde Aberdeen vía Orcadas con NorthLink Ferries es como un minicrucero y una gran experiencia para los viajeros que se sienten a gusto en el mar. (www.shetland.org; www.shetlandvisitor.com;camping-bods.com).
Por Dörte Nohrden (dpa)