Más de 136.755 personas se han vacunado en Asturias durante las tres primeras semanas de vigencia de la campaña anual de vacunación antigripal, de las que 104.146 tienen más de 64 años. La cifra, ligeramente superior a la de la campaña de 2013, supone un porcentaje de cobertura de los mayores de 64 años del 41,09%.
De los grupos de riesgo, un 79,52% de las personas vacunadas tienen una enfermedad crónica y un 3,70% son personal sociosanitario. Atendiendo a la edad, el mayor porcentaje se registra en los mayores de 64 años, con un 76,16% sobre el total de los vacunados, seguido del 21,95% de personas con edades comprendidas entre los 15 y los 64 años y del 1,90% de menores de 15 años.
Las vacunas se aplican de forma gratuita en los centros de salud y consultorios del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) desde el 14 de octubre hasta el 28 de noviembre. Las personas a las que se dirige la campaña deben contactar con su centro sanitario habitual para pedir cita previa para vacunarse.
La vacuna de la gripe sólo contiene partículas inactivadas del virus, por lo que en ningún caso puede producir enfermedad gripal. Es muy segura y apenas produce efectos secundarios, aunque puede ocasionar molestias en el lugar de la inyección y, en algunos casos, otros síntomas como fiebre y malestar general, que desaparecen en pocos días.
Para esta campaña el Principado de Asturias ha adquirido 217.000 dosis de vacuna, dirigidas a la personas con mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecer gripe, las que pueden trasmitir la enfermedad a otras que tienen un alto riesgo de complicaciones y aquellas que, por su ocupación, proporcionan servicios esenciales a la población. En concreto se recomienda a:
•Las personas con enfermedades crónicas de cualquier edad, incluyendo a las personas con inmunodeficiencias.
•Las mujeres que tengan un embarazo durante el invierno.
•Las personas en instituciones de atención a enfermos crónicos o a personas de tercera edad (residencias, viviendas tuteladas y centros de día).
•Todos los trabajadores sanitarios.
•Los trabajadores de centros y residencias que atienden a enfermos crónicos y personas de tercera edad y los que atiendan a estas personas en su domicilio.
•Los familiares y convivientes de las personas más vulnerables.
•Los trabajadores de servicios públicos esenciales.
Sanidad recuerda que la vacuna antigripal debe administrarse todos los años, ya que la inmunidad se va perdiendo durante el año siguiente a la vacunación y recomienda no retrasar su aplicación, ya que tarda de 8 a 10 días en desarrollar una adecuada respuesta de los anticuerpos.