(dpa) – El sector de los videojuegos está en auge. Y cada mes salen al mercado nuevos títulos, ya sea para consolas, PC o teléfonos móviles. Pero, ¿quién participa realmente en la producción de los juegos?
«Básicamente, las profesiones de la industria de videojuegos pueden dividirse en tres áreas», afirma Felix Falk, director general de la asociación alemana del sector. Estas son, a saber, las profesiones técnicas, tales como la de un programador; las creativas-artísticas, que incluyen a los diseñadores gráficos; y las comerciales, que agrupan a los especialistas en marketing y gestión de proyectos.
La industria del videojuego adolece de falta de trabajadores cualificados. «Actualmente, una de cada dos empresas de videojuegos en Alemania tiene puestos vacantes», afirma Falk. Así pues, quien quiera seguir una carrera en el campo de los videojuegos tiene muchas opciones. Estas son algunas:
– Programador de juegos (game programmer): una vez escrita la historia, comienza el proceso de programación del juego, el cual normalmente se realiza en equipo. Especialmente en el caso de juegos más complejos, se tarda varias semanas y meses en trabajar en los códigos fuente. «Recibimos el encargo y luego es cuestión de tomar la iniciativa y repartirse el trabajo», explica Markus Schenk (nombre ficticio), programador en una gran empresa internacional de desarrollo de videojuegos.
Schenk explica que, mientras algunos colegas programan el juego principal, otros buscan posibles errores (bugs) y los eliminan. «No siempre se necesita un título o formación para este trabajo. Mucha gente aprende sola a programar», señala el experto.
– Diseñador de juegos (gamedesigner): las tareas en el diseño de juegos son muy variadas. Básicamente, se trata de diseñar la mecánica del juego. La idea básica del juego tiene que traducirse en reglas que den lugar a una jugabilidad, según explica la asociación alemana en su página web. Los diseñadores de juegos pueden especializarse en la interfaz de usuario, en los elementos del juego, pero también en los elementos narrativos, es decir, en el desarrollo de la historia y la dramaturgia.
Lo que se necesita sobre todo son dotes de comunicación, pero también capacidad de análisis, pensamiento lógico y capacidad de abstracción, así como buenas dotes organizativas. «Los diseñadores tienen que crear conceptos aplicables para los programadores», señala Schenk.
– Diseñador gráfico: los sofisticados juegos de mundo abierto son el buque insignia de muchos desarrolladores de juegos. Sin embargo, independientemente de la complejidad de un juego, unos gráficos decentes son cruciales para el bienestar del usuario.
Por eso, los diseñadores gráficos colaboran estrechamente con los autores del juego para adaptar el estilo visual a la historia. Se trata de dar sentido a los personajes, los objetos y el entorno del juego.
«Muchos de los que trabajan en esta profesión han completado su formación como diseñadores de productos, por ejemplo», explica Schenk. Además, las carreras de diseño de comunicación y diseño de medios son solo dos de las muchas formas de acceder a la profesión.
– Diseñador de sonido (sound designer): además de la música, a veces épica, que acompaña a algunos juegos y que desarrollan los compositores, están los diseñadores de sonido, que insuflan vida y amor al juego en general. Estos desarrollan un auténtico paisaje sonoro para la experiencia de juego.
Para ello, sonidos como los de los pasos o de fenómenos meteorológicos deben estar perfectamente representados. «Los programadores intentamos colaborar con los diseñadores de sonido en la medida de lo posible», asevera Schenk. Esta profesión es idónea para cualquiera que disfrute programando.
Entre otras, la formación como diseñador de imagen y sonido, o bien carreras como Ingeniería de Sonido o Producción de Audio y Música, conducen a la profesión.
– Investigador de usuarios de juegos (game user researcher): ¿qué quieren los consumidores, qué requisitos debe cumplir un juego y se adapta este al espíritu de la época? Los especialistas en investigación de usuarios de juegos intentan responder a estas preguntas utilizando métodos de investigación de las ciencias sociales. Para ello, también trabajan directamente con los usuarios.
«A veces invitamos directamente a los consumidores, hablamos con ellos sobre sus expectativas y les dejamos probar los juegos en nuestras consolas», explica Markus Schenk. El acceso a la profesión lo ofrece, por ejemplo, una licenciatura en Psicología. Pero también son posibles otros estudios y formaciones como Informática, Sociología, Gestión de la Experiencia de Usuario o Ciencias de la Comunicación.
Los interesados pueden informarse sobre otros perfiles profesionales y las respectivas opciones de acceso en las páginas de las diferentes compañías de videojuegos, en las asociaciones que las agrupan, así como en los clásicos buscadores de empleo o agencias de reclutamiento.
Por Johannes Boldt (dpa)