(dpa) – Los platos al wok son ideales para una cocina rápida y baja en grasas. Sin embargo, si se ponen demasiadas raciones al mismo tiempo en la sartén asiática, se comete un error.
Mucha cantidad a la vez hace que la temperatura baje bruscamente y que los ingredientes se cuezan a fuego lento en sus propios jugos. El efecto wok deseado en sabor y consistencia se consigue procediendo de forma planificada.
Si decide preparar un plato al wok, no utilice más de tres a cinco ingredientes principales. Las verduras adecuadas son brócoli, zanahorias, calabacines y pimientos, col pak choi y col china, guisantes y cebolla verde. Se pueden complementar con carne, pescado, mariscos o tofu, pero también con setas y brotes de bambú.
La preparación de los ingredientes es la clave. Antes de comenzar el salteado en el wok, se deben tener a mano todos los ingredientes cortados en trozos más o menos del mismo tamaño. Una vez que el wok está caliente, se añade una pequeña cantidad de un aceite resistente al calor, como el aceite de cacahuete o de colza.
Luego se deben colocar los ingredientes en el orden correcto: la carne, el pescado o el tofu se fríen primero y se ponen a un costado. Recién después se fríen las verduras y las especias, como el ajo y el jengibre. Las verduras más duras, como el brócoli, requieren más tiempo que los guisantes tiernos o las setas. Los ingredientes deben removerse constantemente con una cuchara de madera
Si las verduras amenazan con quemarse, se puede agregar a la sartén unas cucharadas de caldo de verduras. En algunas recetas, poco antes de servir se añade al wok una salsa ya preparada, como pasta de miso, sambal oelek o leche de coco, y se calienta brevemente.