Madrid, 18 abr (dpa) – El Real Madrid empató hoy 1-1 en casa ante el Athletic de Bilbao después de un prolongado ejercicio de ineficacia, tantas veces visto en el Santiago Bernabéu esta temporada, que salvó Cristiano Ronaldo a cuatro minutos del final.
El choque, correspondiente a la trigesimotercera jornada de la Liga española de fútbol, fue casi rutinario: el conjunto blanco concedió pocas pero claras ocasiones, y en cambio erró infinidad de las creadas en área contraria.
Una cosa parece clara: Cristiano Ronaldo está muy solo en la punta, algo especialmente preocupante cuando el próximo miércoles su equipo se juega la temporada ante el Bayern Múnich en Liga de Campeones. Si el portugués no marca, al equipo blanco se le complican los partidos. Karim Benzema sigue siendo una sombra de sí mismo y Gareth Bale volvió a ser suplente.
Un temprano remate al larguero de Cristiano fue el preludio del bonito gol del Athletic, que llegó a los 13 minutos de partido. Córdoba dibujó un magnífico pase hacia Iñaki Williams, quien definió con enorme sutileza ante la salida de Keylor Navas.
Lo que siguió hasta el descanso fue una sucesión de llegadas y ocasiones del Real Madrid con un gran protagonista: Kepa, el joven y extraordinario arquerto del Athletic. No sólo blocó balones casi imposibles, sino que transmitió una impecable sensación de seguridad a sus defensas. Un valor seguro.
La segunda parte no cambió demasiado, aunque la Athletic tuvo la oportunidad de sentenciar con un disparo de Raúl García que se estrelló en el larguero.
A partir de ahí, el Real Madrid se desencadenó y el acoso al área vasca se transformó en asedio con el paso de los minutos. Sin embargo, el gol no llegó hasta el minuto 86, cuando Luka Modric disparó y Cristiano desvió de espaldas el balón, lo suficiente para desconcertar a Kepa.
Así salvó el portugués un empate para el Real Madrid que sólo le sirvió para aumentar a tres puntos su ventaja sobre el Valencia, cuarto clasificado. Tres por delante de los blancos está el Atlético de Madrid, que mañana visita a la Real Sociedad.
Más temprano, el Getafe dio la sorpresa al vencer por 2-1 en su visita al Valencia, que sucumbió ante dos magníficos goles del delantero francés Loic Rémy.
El encuentro mostró punto por punto cuáles son las cualidades que llevaron al recién ascendido Getafe a cumplir una gran temporada: solidez, solidaridad, organización, dureza y puntería.
La estrella del choque fue Rémy, un futbolista que en enero no le sirvió al técnico de Las Palmas, Paco Jémez, pero que en el Getafe está demostrando su calidad.
El francés inauguró su cuenta a los 16 minutos al resolver un pase en largo con un disparo ajustado al palo y a los 49 amplió su cuenta con otro remate lleno de precisión tras una gran jugada colectiva del equipo madrileño.
El Valencia recortó distancias a los 70 minutos con otro bello gol de Rodrigo Moreno, un futbolista actualmente muy cotizado, pero el conjunto local no pudo hacer el tanto del empate y jugó los cuatro últimos minutos con diez jugadores por la expulsión de Dani Parejo tras una agresión a Jorge Molina.
La derrota dejó al Valencia cuarto con 65 puntos, mientras el Getafe ascendió a la octava posición con 45 unidades.
En otro encuentro, el Éibar venció 1-0 en su visita al Espanyol con un gol de David Lombán a los 33 minutos al rematar impecablemente un saque de esquina.
La hinchada local despidió con abucheos a su entrenador, Quique Sánchez Flores, cada vez más discutido en el Espanyol.
Por Alberto Bravo (dpa)