Moscú, 18 sep (dpa) – El derribo de un avión de reconocimiento ruso sobre el Mediterráneo generó una fuerte tensión entre Rusia e Israel, país al que Moscú acusó hoy de ser responsable del incidente, en el que murieron 15 soldados.
El aparato fue derribado por error por las fuerzas aéreas de Siria porque los jets de combate F-16 israelíes se ocultaban detrás del avión ruso para llevar a cabo ataques en el país árabe, aseguró el portavoz del Ministerio de Defensa en Moscú, Igor Konashenkov.
Israel rechazó las acusaciones de Rusia. El primer ministro israelí, Benjamin Netanhayu, culpó a Siria de lo ocurrido y en una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladimir Putin, le transmitió el pésame por la muerte de soldados rusos.
Según la oficina de Netanyahu, este destacó la coordinación entre Israel y Rusia en Siria, que «en los últimos tres años evitó la pérdidas de muchas vidas humanas». Aun así, Israel considera que tiene derecho a actuar contra el suministro de armas a la milicia libanesa Hizbolá, añadió Netanyahu.
Según el Ejército israelí, sus aviones se dirigían contra instalaciones militares sirias en la ciudad costera de Latakia en las que se fabricaban armas destinadas «por orden de Irán (a la milicia) Hizbolá en Líbano». «Con estas armas se iba a atacar a Israel y por eso suponían una amenaza que no era tolerable», apunta el comunicado israelí.
Israel afirma además que sus aviones ya estaban dentro del espacio aéreo israelí cuando el avión ruso fue alcanzado por las fuerzas sirias y que el aparato ruso no estaba dentro del área de la operación israelí.
Putin se mostró por ahora comedido y señaló que el sistema antiaéreo sirio derribó al avión ruso por «una cadena de trágicas circunstancias» y por eso lo ocurrido no es comparable al incidente con Turquía en 2015.
En noviembre de aquel año la Fuerza Aérea de Turquía derribó cerca de Siria un avión de combate ruso SU-24 que supuestamente había entrado en su espacio aéreo. Rusia congeló las relaciones y aplicó duras sanciones económicas al país. Pasaron meses hasta que el vínculo fue recomponiéndose paulatinamente.
Putin también anunció desde Moscú que elevará la seguridad de sus tropas en Siria, aunque no dio detalles al respecto. El Ministerio de Exteriores ruso convocó al viceembajador israelí en Rusia, Karen Cohen-Gat, según informó el Ministerio de Exteriores israelí.
El portavoz de Defensa ruso denunció que la Fuerza Aérea israelí no anunció el ataque. «La advertencia a través de la ‘línea directa’ llegó menos de un minuto antes del ataque, demasiado poco para poner a salvo el avión ruso», dijo Konashenkov.
El Ejército israelí, al igual que Netanyahu, responsabilizó sin embargo a las Fuerzas Armadas sirias del derribo del avión ruso. «Israel considera al régimen de (el presidente sirio Bashar al) Assad, cuyo Ejército derribó al avión ruso, totalmente responsable de este incidente», dijo en un comunicado.
«Las baterías antiaéreas sirias dispararon indiscriminadamente y por lo que creemos no se molestaron en asegurarse que no había aviones rusos en el aire», señalaron las Fuerzas Armadas israelíes.
Rusia e Israel no son aliados directos en Siria, pero suelen informarse mutuamente y acordar sus movimientos. Moscú se esfuerza por proteger los intereses de seguridad del Estado judío en el país vecino.
Netanyahu ha estado en estrecho contacto en los últimos meses con Putin, pues Israel quiere impedir que Irán, el otro gran aliado de Damasco, se haga fuerte en Siria y amenace por tanto con sus misiles a Israel más cerca de sus fronteras.
El avión ruso de reconocimiento desapareció de los radares en la noche del lunes, sobre las 23:00 hora de Moscú (20:00 GMT). El aparato volaba de regreso a la base aérea rusa de Hamaimim en Siria cuando aparecieron los jets israelíes, informaron los militares en Moscú. La agencia oficial siria SANA confirmó que las defensas antiaéreas sirias dispararon en dirección al mar ante el impacto de misiles.
Por otra parte, sobre el terreno murieron dos soldados sirios y 10 resultaron heridos en un bombardero contra un depósito de armas en la provincia costera de Latakia, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, que apunta a Israel como responsable del ataque.
Activistas situados en la zona señalaron que los misiles llegaron desde el Mediterráneo. El Ejército israelí no comentó el hecho. Una portavoz se limitó a decir que no hacen declaraciones sobre publicaciones en medios extranjeros.