(dpa) – Una suave sacudida saca de sus sueños a los huéspedes que aún duermen: el Costa Verde Express sale lentamente de la pequeña estación de Viveiro, casi a paso de hombre. La niebla matinal cubre la ciudad costera en el extremo noroeste de España.
El espumoso vino blanco gallego Albariño que los pasajeros tomaron por la noche para acompañar la cena con langosta y pulpo en el vagón comedor hace que la mayoría duerma un ratito más. El traqueteo rítmico del tren no da ganas de levantarse. Pero en el pasillo, la tripulación del tren ya está tocando la campana: es la hora del desayuno.
En el vagón comedor huele a cruasanes calientes, café recién hecho, jamón ibérico y huevos revueltos. Una azafata con uniforme blanco invita a una mesa libre con servilletas de tela, flores frescas y una pequeña lámpara con pantalla de cristal marmolado amarillo. Una y otra vez, el paisaje costero invita a mirar a través de la ventanilla.
Largas playas de arena se alternan con acantilados escarpados y rocosos. Entremedio, el viaje atraviesa densos bosques, pasando por antiguos pueblos pesqueros. A una velocidad tranquila de 50 kilómetros por hora, el Costa Verde Express circula por vías antiguas, de trocha angosta, que por momentos pasan a escasos metros del mar Cantábrico. La ruta también discurre en algunos tramos en paralelo al Camino del Norte del Camino de Santiago.
Mientras los peregrinos recorren la Costa Verde a pie, Julio César Pallucchini y su esposa Liliana se encuentran sentados en el salón con moqueta y revestimiento de madera del Costa Verde Express y disfrutan del paisaje tomando un café con leche.
«Gracias a Dios, el tren solo le hace honor a su nombre en parte», dice Julio. La Costa Verde es realmente impresionantemente verde. Por otra parte, dice Julio, lo alegra que no se trate de un tren express, sino de uno que va más bien lento. Eso le permite observar el paisaje con tranquilidad.
Y ese es exactamente el tipo de viaje relajado que andaba buscando. «Y, por supuesto, la buena comida», confiesa y se ríe.
El viaje en tren atraviesa el País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia: los bastiones gastronómicos por excelencia de España, como dice Laura López, la chef a bordo del Costa Verde Express. La comida también desempeña un papel especial en este viaje en tren.
Mientras las excursiones diarias incluyen cenas en restaurantes, Laura y su colega Daniela preparan cada noche manjares de cada región en la que se detiene el tren. Vieiras y pulpo en Galicia, salmón salvaje, fabada y queso de Cabrales en Asturias, cocido montañés en Cantabria, bacalao en el País Vasco.
El Costa Verde Express es uno de los llamados trenes reales históricos de la compañía estatal de ferrocarriles Renfe. Son algo así como versiones españolas del Orient Express que recuerdan a los viajes en tren de siglos pasados.
Este tren nostálgico de estilo Belle Époque tarda seis días en recorrer los 600 kilómetros que separan Bilbao, en el País Vasco, de Santiago de Compostela, la ciudad meta de los peregrinos en Galicia. Dependiendo de la fecha, va en una dirección o en otra.
Esta vez, la aventura en tren comenzó en la tumba del apóstol Santiago, en Santiago de Compostela. Sobre dicha tumba se alza la catedral que conforma el destino final del Camino de Santiago.
El tren también se detiene en Oviedo durante su recorrido. El primer Camino de Santiago parte de la catedral de esta ciudad. Se dice que el rey asturiano Alfonso II fue el primer peregrino jacobeo que cabalgó desde Oviedo hasta Galicia tras el descubrimiento de la tumba del apóstol en 812.
En Cabezón de la Sal, en Cantabria, el tren se detiene en la estación, como cada noche, para que los pasajeros puedan dormir. El aire fresco del campo entra por la ventana corrediza, los grillos cantan.
A la mañana siguiente, todo el mundo comprende al fin por qué el norte de España es tan verde: llueve a cántaros. En el andén, el personal del tren distribuye paraguas para la excursión. El autobús tarda media hora en llegar a la cueva de Altamira, a menudo llamada la Capilla Sixtina de la Edad de Piedra.
Las pinturas rupestres prehistóricas de bisontes, ciervos y caballos tienen unos 14.000 años. En la actualidad, puede visitar la cueva original solo un pequeño número de afortunados elegidos por sorteo y vestidos con trajes protectores y máscarillas. Sin embargo, apenas se nota la diferencia con la réplica de la cueva que está al lado.
El almuerzo se sirve dos kilómetros más adelante, en Santillana del Mar. Escudos aristocráticos y balcones de madera con flores adornan las casas de piedra. El templo Colegiata de Santa Juliana es uno de los edificios sacros románicos más importantes de Cantabria.
Con sus magníficos edificios modernistas, la elegante capital de Cantabria, Santander, parece casi joven en comparación. Aquí se inauguró hace unos años el Centro Botín. Construido directamente sobre el paseo fluvial, el magnífico edificio de la familia de banqueros Botín, propietarios del Banco Santander, ofrece el arte vanguardista más moderno.
Sin embargo, el Centro Botín no puede competir con el mundialmente famoso Museo Guggenheim de la metrópoli costera vasca de Bilbao. El edificio sobre el río Nervión, conformado por placas de titanio plateado, se ve como una servilleta gigante a la distancia y se divisa desde lejos a bordo del Costa Verde Express. La vista anuncia el final del viaje: Bilbao es el destino final del tren.
Información: Costa Verde Express
Cómo llegar: dependiendo del punto de partida del tren, hay que volar a Bilbao o a Santiago de Compostela.
Viaje en tren: el viaje clásico en el Costa Verde Express entre Bilbao y Santiago de Compostela dura seis días (cinco noches). También existe una versión más corta, de cuatro días (tres noches), que va de Santiago de Compostela a Oviedo o al revés.
Tiempo de viaje y costos: la temporada va de mediados de mayo a fines de octubre. El viaje de 6 días cuesta 4.000 euros (4.338 dólares) por persona. Los viajes cortos cuestan 1.800 euros por persona.
Informaciones: Para más información y reservas en los trenes de lujo de Renfe (Tel.: 0034 912 555 912; Mail: trenesturisticosdelujo@renfe.es; Web: www.renfe.com/es/en/experiences/luxury-journeys/)
Por Manuel Meyer (dpa)