(dpa) – Mientras no den problemas, nadie les presta atención a sus manos. Sin embargo, por todo lo que nos ayudan a hacer, merecen algo mas de atención. Así lo cree el ortopedista alemán Michael Lehnert, autor del libro «Hände gut, alles gut» (Manos bien, todo bien).
En entrevista con dpa, describe qué ejercicios se pueden hacer para tener manos más fuertes y explica por qué las sábanas pueden ser un peligro para los dedos.
dpa: Señor Lehnert, para el cuidado de manos, ¿basta con lavarse regularmente las manos, secarlas bien y ponerse crema?
Michael Lehnert: En todo caso esto ya es un buen punto de partida. Antes de la pandemia, un montón de personas ni siquiera hacían esto regularmente. Y sin embargo, es muy importante: las manos deben sentirse suaves y su manto ácido debe encontrarse en buen estado.
Pero no basta con esto. Las manos también necesitan fuerza muscular y movilidad. Y muchas de estas cosas se están perdiendo porque en las últimas décadas nos fueron simplificadas muchas cosas.
dpa: ¿A qué se refiere con eso?
Lehnert: Para bajar las persianas, por ejemplo, ya solo tocamos un botón en vez de tirar de una banda. Ya casi nadie necesita abrir su auto con una llave. Tenemos batidoras eléctricas en la cocina. Incluso tipear en el ordenador es hoy en día más fácil. Con las viejas máquinas de escribir, al menos se necesitaba hacer fuerza con las muñecas. Con esto no quiero decir que antes todo era mejor, pero para muchas actividades ya no necesitamos de nuestras dos manos hoy en día.
dpa: ¿Qué recomienda?
Lehnert: En la mano hay músculos. Muchas personas no son conscientes de esto. Una posibilidad fácil para fortalecerlas es entrenar nuestros puños.
Para eso están el puño grande y el puño chico. Para el puño grande, hay que tratar de clavar los dedos lo más profundamente posible dentro de las palmas, de modo que las uñas ya no sean visibles.
Para el puño pequeño, solo se curvan las puntas de los dedos y se presionan contra la parte inferior de los mismos, dejando las palmas de las manos libres. Hay que apretar los dedos durante unos seis segundos cada vez.
Para fortalecer la articulación del pulgar, hay que hacer presión con el pulgar sobre el dedo meñique y luego sobre el anular, también seis segundos cada vez. Con estos ejercicios se mantienen en forma las manos a diario.
dpa: ¿Sirven las pelotas para descargar tensiones?
Lehnert: Son terribles, porque la mayoría de las veces no son lo suficientemente maleables. Es mucho mejor practicar con masilla terapéutica, que es mucho más maleable.
dpa: Usted asesora a la Orquesta Filarmónica de Berlín. ¿Qué necesidades y problemas tienen las manos de los músicos profesionales?
Lehnert: Les suelen doler porque hacen siempre las mismas cosas, lo cual puede causar molestias musculares. Hay enfermedades que pueden ser incluso graves. Incluso puede pasar que determinados dedos ya no respondan a las órdenes del cerebro y esto hace que los músicos ya no puedan llevar a cabo ciertos movimientos.
En los músicos también suelen ser frecuentes los síndromes del túnel carpiano, cuando se aplasta el nervio mediano de la mano y los dedos pierden sensibilidad. Y eso no es algo bueno para su actividad: un dedo sin sensibilidad no sirve siquiera para tocar el triángulo.
dpa: ¿Qué deporte causa más problemas en la mano?
Lehnert: Con seguridad el balonmano. Por un lado, los jugadores de balonmano corren el riesgo de lesionarse los dedos con la pelota. Pero, por otra parte, también está el riesgo del contrincante, sobre todo cuando agarra la mano al lanzar. Cuando se lucha puede haber roturas de tendones, desgarros capsulares y fracturas de huesos. Pero la mayoría de las lesiones se producen cuando los jugadores caen al suelo tras el lanzamiento y lo hacen mal.
dpa: Las tendinitis son muy frecuentes en las personas que trabajan mucho con ordenadores. ¿Cómo se previenen este y otros problemas?
Lehnert: Por el momento es algo muy difícil. Porque los problemas que llevan a esto se ven reforzados actualmente con el teletrabajo, con tantas personas trabajando desde casa. Casi nadie tiene en su casa un escritorio óptimo, una silla con la altura óptima, un buen mousepad y un buen teclado. Las personas que no trabajan de forma ergonómica suelen forzar más sus manos. Este es un consejo importante al que hay que prestar atención.
A esto se suma que hay que hacer pausas para sacar a las manos de la típica posición de tipeo. Para esto bastan cinco minutos por hora, en los que hay que estirar bien los dedos y elongar los antebrazos.
dpa: En su libro, describe los diez mayores peligros para la mano. Los gatos, las pelotas o los fuegos artificiales son obvios, pero ¿cuál es el peligro potencial de los colchones?
Lehnert: En realidad, me refiero más bien a las sábanas. Cuando las empujamos debajo del colchón al hacer la cama, puede que nos quede un dedo atrapado en el medio. Al hacer fuerza para sacarlo, se puede desgarrar un tendón del dedo. A veces incluso se fractura el hueso. De hecho es una lesión bastante común.
dpa: También describe el teléfono móvil como un factor de riesgo. ¿Por qué?
Lehnert: En este caso el más afectado es el pulgar. La mayoría de la gente maneja su teléfono móvil con una sola mano, lo que supone un esfuerzo antinatural para la articulación del pulgar. Esto se debe a que, en realidad, no está diseñado para esos movimientos de deslizamiento. Para los pulgares es mucho menos estresante manejar el dispositivo con ambas manos.
Mucha gente viene a la consulta y ya sabe lo que pasa. Dicen «tengo un pulgar de teléfono móvil». Esto aumentó mucho con el coronavirus, ya que cada vez más personas usan los servicios de mensajería para comunicarse.
Por Tom Nebe (dpa)