Por lo general la mayoría de la sociedad no cumple con las horas de sueño recomendadas por los especialistas (7-8 horas al día), y esto puede acabar desembocando en diversos problemas de salud
El insomnio es un tipo de problema que afecta a una parte importante de la sociedad mundial. Cuando hablamos de insomnio, por lo general nos referimos a una falta anormal de sueño y a la dificultad que se tiene para conciliarlo. Eso sí, no todos los insomnios son iguales, existen diferentes tipos que pueden ser provocados por causas muy diversas como el sonambulismo, los terrores nocturnos o la parálisis del sueño.
Para identificar el tipo de insomnio que tiene cada persona se puede hacer referencia a diferentes factores como la duración de este, la severidad o el horario de aparición. Según la duración del insomnio podemos decir que este es agudo (cuando dura menos de un mes), subagudo (cuando dura entre uno y seis meses) y crónico (cuando dura más de seis meses).
Cuando hablamos de severidad podemos decir que el insomnio puede ser leve (genera dolores de cabeza y cansancio), moderado (genera fatiga o ansiedad) o severo (no permite llevar a cabo una vida normal). Y si nos centramos en el horario de aparición, el insomnio puede denominarse como inicial (cuando las personas tienen problemas para conciliar el sueño), intermedio (si las personas se despiertan varias veces por la noche) o terminal (cuando las personas se despiertan a horas muy tempranas).
Los expertos hablan En Internet se puede encontrar mucha más información sobre el insomnio, pero siempre es importante atender a las palabas de doctores y expertos en la materia para tener claro cómo afrontar el problema. Por ejemplo, el doctor Andrew Weil, experto en nutrición de la Escuela de Medicina de Harvard señala en algunos de sus artículos online que uno de los grandes problemas actuales es que “la medicina está orientada hacia la enfermedad, y no hacia la salud de las personas”.
Según el doctor Weil, si esta dirección cambiara de rumbo se podría conseguir un mundo en el que “pacientes y doctores serían socios buscando un mismo objetivo, y por tanto no existirían muchos problemas como el insomnio”. Está claro que el insomnio es un problema de la sociedad actual que afecta a muchas personas en el mundo, y que por tanto no debe tomarse como un tema baladí.
Consejos para acabar con el insomnio
Nunca es tarde para cultivar nuevos hábitos, sobre todo en lo que se refiere a horas de sueño y descanso. Muchas personas creen que con dormir 4, 5 o 6 horas es suficiente para realizar el 100% de las actividades de su vida diaria, sin embargo como señalan los expertos es necesario descansar cuerpo y mente durante 7 y 8 horas para poder afrontar la totalidad de las mismas sin que nuestra salud se resienta.
Con un buen descanso diario se pueden obtener numerosos beneficios en el organismo, ya que este ayuda a oxigenar el cerebro, a regular los niveles de estrés y a aumentar la habilidad de aprendizaje y de memoria. Aunque parezca un tema poco importante a priori, las personas que no descansan lo suficiente pueden tener en el futuro graves problemas de salud.
Una persona adulta debe dormir entre 7 y 8 horas diarias para completar el ciclo del sueño y tener energía para todo el día, pero en el caso de los adolescentes lo ideal es dormir unas 9 horas diarias, ya que sus cuerpos aún están desarrollándose y necesitan estar descansados más allá del 100%.
Andrew Weil y la técnica del 4-7-8
El ya mencionado doctor Andrew Weil diseñó hace algún tiempo una novedosa técnica denominada como “4-7-8”, la cual ayuda de manera directa a conciliar el sueño en esas largas y pesadas noches de insomnio. Para llevarla a cabo solo hay que realizar tres sencillos pasos: El primero de ellos es tomar aire por la nariz durante 4 segundos; el segundo mantener el aire en los pulmones durante 7 segundos; y el tercero y último expulsar el aire aspirado durante 8 segundos.
La clave es repetir este procedimiento tantas veces como sea necesario, hasta que por fin se pueda conciliar el sueño. La técnica es muy efectiva, y es que al realizar la respiración de este modo el ritmo cardiaco baja más rápido, y por tanto el cuerpo entra de forma más fácil y rápida en un estado de relajación que acaba por dormir a la persona.
Recuerda que el descanso es uno de los factores más importantes para tener una buena salud, por ello es necesario dormir unas 7-8 horas al día para no tener problemas ni enfermedades en el futuro.