Uno de los principales problemas en cualquier negocio es que en ocasiones algún cliente no paga por los servicios ya realizados, por lo que la empresa ve perjudicados sus beneficios. El cobro de esa deuda suele ser un quebradero de cabeza para empresarios y autónomos, que no suelen contar con las herramientas necesarias para ejercer la presión necesaria para cobrar la cantidad que les corresponde.
Existen diferentes formas de proceder para cobrar una deuda, aunque se pueden catalogar en extrajudiciales y judiciales. En la primera se intenta por medio de la persuasión cobrar el dinero de la deuda; la segunda requiere de un proceso en el que se reclama por vía judicial la cantidad que se quiere recuperar
Negociación y persuasión
Dentro de las medidas extrajudiciales, concertar una reunión con el deudor es necesario para aclarar la situación y reclamar la deuda. Sin embargo, puede resultar infructuosa por la negativa del deudor o las excusas. En los casos complicados, la imposibilidad de una reunión (por distancia geográfica, por ejemplo) es recomendable contar con la ayuda de profesionales en el cobro de deudas a morosos. Las empresas especializadas se encargan de estudiar cada caso y proceder de la forma más adecuada y conseguir el objetivo: recuperar el dinero del acreedor.
Estos procedimientos son los más recomendables ya que evitan la judicialización, con los gastos que conlleva la contratación de abogados y en la mayoría de ocasiones el tiempo invertido y los quebraderos de cabeza que provocan estos procesos. Para ello los profesionales son una gran opción, ya que tienen los conocimientos y herramientas necesarias para efectuar el cobro de la deuda
Procesos judiciales
En ocasiones, sobre todo si se trata de grandes cantidades de dinero, el cobro de una deuda se lleva a los tribunales. En un proceso judicial por impago los gastos pueden dispararse, aunque algunas empresas ofrecen un asesoramiento legal durante el proceso, así como la presentación de la demanda del proceso monitorio dentro de sus servicios para cobrar a morosos. Asimismo, si el pago de la deuda se realiza dentro del plazo antes del juicio se encargan de la paralización del proceso judicial.
El principal consejo para cobrar una deuda es mantener la calma y asesorarse con profesionales. Además se deben recoger todos los documentos que acrediten la deuda: tanto los servicios o el capital prestado, así como el impago en sí. La perseverancia acompañada de expertos suele ser suficiente para cobrar un impago, sin embargo se debe estar preparado para iniciar cualquier acción judicial.