Düsseldorf (Alemania), 10 sep (dpa) – Un tribunal alemán condenó hoy a la pena máxima de cadena perpetua a un ciudadano sirio tras declararlo culpable de perpetrar un mortífero atentado terrorista en un festival celebrado el año pasado en la ciudad occidental de Solingen.

Issa al-Hasan, de 27 años, recibió la pena máxima por el asesinato de tres personas, el intento de asesinato de diez personas y por ser miembro de la milicia terrorista Estado Islámico. El Tribunal Regional de Düsseldorf determinó la especial gravedad de su culpa y ordenó su posterior internamiento preventivo.
«El acusado se radicalizó enormemente hacia el islamismo desde 2019», afirmó el juez Winfried van der Grinten. En su perfil, de Tiktok, él mismo difundió propaganda del Estado Islámico, prosiguió el magistrado, quien agregó que sus actividades en Internet permiten ver cómo se fue enredando cada vez más en la ideología islamista.
Tres muertos y ocho heridos
El 23 de agosto de 2024, el sirio, un solicitante de asilo rechazado, apuñaló por la espalda y de forma selectiva en el cuello a asistentes a un fiesta popular celebrada en las calles de Solingen, una ciudad de unos 170.000 habitantes al este de Düsseldorf.
Tres personas murieron y varias más resultaron heridas. El grupo terrorista Estado Islámico reivindicó la autoría de los hechos.
Al-Hasan se entregó pocos días después del ataque y fue juzgado en la cercana Düsseldorf desde finales de mayo. Admitió haber cometido el apuñalamiento el primer día del juicio. Las víctimas mortales fueron dos hombres de 56 y 67 años y una mujer de 56 años. Ocho personas resultaron heridas en el ataque.
El atentado avivó el debate sobre la política de refugiados y asilo en todo el país. A raíz de ello, en Renania del Norte-Westfalia se aprobó un paquete de medidas de seguridad con docenas de medidas.
El ataque de Solingen fue el primero en Alemania desde el ataque al mercado navideño de Berlín en 2016, también reivindicado por el Estado Islámico.
Pruebas concluyentes
Antes del atentado, Al-Hasan había grabado un vídeo en el que reivindicaba el ataque y juraba lealtad al califa del Estado Islámico. Se presentó al perito psiquiátrico con las siguientes palabras: «Soy Issa, he matado a tres personas. Por eso condenan a 80 años. Estoy esperando la muerte».
En un primer momento, describió su acto como una venganza por las masacres de «los cruzados» contra los musulmanes en Bosnia, Irak y otros países; en otra ocasión, afirmó que lo que lo había llevado a cometer el acto habían sido las muertes de niños en la Franja de Gaza y los envíos de armas de Alemania a Israel.
El atacante dijo que en un principio tenía intención de lanzar un artefacto incendiario contra la embajada israelí en Berlín, pero entonces se percató de los preparativos para la fiesta municipal en Solingen.
Alto riesgo de reincidencia
El perito psiquiátrico consideró que el hombre presenta un alto riesgo de reincidencia. A su ideología islamista se suma una falta de empatía y una fascinación por la violencia, explicó. A raíz de ello, el tribunal indicó que, a pesar de no tener antecedentes penales, se podía considerar la prisión preventiva para Issa al-Hasan.
Una comisión de investigación del Parlamento regional de Renania del Norte-Westfalia está examinando actualmente por qué fracasó la expulsión del condenado sirio al país de primera acogida, Bulgaria.