(dpa) – Las mayores ciudades alemanas compran cada vez más coches eléctricos para uso oficial, informaron desde la Federación de Comunas de Alemania.
Numerosos municipios apuestan cada vez más por la electromovilidad, ya sea a través de la instalación de estaciones de carga o de la incorporación de coches eléctricos en el momento de reequipar la flota de vehículos oficiales.
La ciudad de Friburgo tiene planes especialmente ambiciosos, pero también Stuttgart, Múnich, Brunswick y otras comunas quieren aumentar su flota con unidades de propulsión alternativa. En muchos casos, al vencer el contrato de leasing correspondiente, los vehículos con motores de combustión son reemplazados por coches eléctricos.
FRIBURGO, por ejemplo, cuenta actualmente con solo seis coches eléctricos en su flota oficial pero tiene previsto aumentar este número a 53 hasta mediados del próximo año. Para ello dispone de 1,2 millones de euros (1,4 millones de dólares) de su presupuesto. Mediante el uso de estos vehículos la comuna pretende mejorar la pureza del aire, disminuir las emisiones de dióxido de carbono y reducir el nivel de óxido nítrico en el medio ambiente.
Una portavoz de la administración comunal destaca que, dado que el municipio utiliza electricidad ecológica en base a fuentes renovables, el uso de los coches será de efecto neutro sobre el clima y libre de sustancias nocivas.
Con respecto a la autonomía limitada, una de las desventajas de la electromovilidad, la portavoz aclara que esto no tiene gran relevancia en el municipio debido a que la mayoría de los viajes son de corta distancia. Además, también serán comprados 17 autos a combustión para viajes de mayor trayecto.
MANNHEIM, por su parte, emplea vehículos eléctricos para el cuidado de parques y la recolección de basura.
KARLSRUHE cuenta con siete cohes eléctricos en un parque de vehículos de 200 unidades. La ciudad ha elaborado un «plan de electromovilidad» que prevé dar prioridad a la propulsión más ecológica, siempre «en el marco del presupuesto y donde tenga sentido», según palabras de una portavoz. Por ejemplo, en ciertos vehículos de servicio la propulsión eléctrica no tiene sentido debido al mayor peso de las carrocerías.
MÚNICH opera ya con 64 coches eléctricos en su flota de 600 vehículos. Para 2018 han sido encargadas 11 unidades eléctricas más. También aquí se han recogido experiencias positivas, y el alcance es suficiente por tratarse de trayectos cortos, señala un portavoz municipal. Como los gastos de manutención y operativos son inferiores a los de los motores a combustión, es posible compensar en parte el mayor precio de compra.
STUTTGART planea adquirir hasta mediados de 2018 en total 45 vehículos eléctricos por un total de 1,2 millones de euros. Actualmente, la ciudad tiene en servicio nueve coches eléctricos. «El futuro dentro y entre las ciudades está en la electromovilidad», asegura el primer alcalde Fritz Kuhn. «No hay mejor solución para reducir en forma sustentable la carga de las sustancias nocivas», agrega.
BRUNSWICK dio a conocer a principios de noviembre la compra de cuatro utilitarios eléctricos. Hasta ahora contaba con solo uno.
Un cohe eléctrico en uso oficial comunal cuesta entre 20.000 y 30.000 euros (23.000 y 35.000 dólares). Las comunas no deben solventar por sí solas estos costos, ya que reciben subsidios de otras fuentes estatales.