La vivienda usada no sólo es habitable, sino que además es muy rentable. El tradicional equilibrio entre obra nueva y construcción antigua dejó de ser tal hace algo más de dos años, cuando la adquisición de residencias de segunda mano supuso el aumento general del 36% de la compra de vivienda en Baleares. Para empresas de reformas en Mallorca como GSC, esto representa un importante incremento del volumen de negocio.
No en vano, durante 2018, esta fue la comunidad autónoma que lideró la compraventa de viviendas por parte de extranjeros, situando el precio promedio por metro cuadrado en 2.888 euros. Según datos del Consejo General del Notariado, aunque todas las comunidades han mostrado avances en el volumen de transacciones de vivienda libre por parte de ciudadanos extranjeros, Baleares es la región española donde éstas suponen un mayor peso respecto al total, concretamente un 20,5 por ciento, lo cual pone de manifiesto el repunte del valor inversor del mercado inmobiliario en nuestro país en general y en Baleares en particular.
Sin embargo, el afán inversión y el sector de la construcción no crecen al mismo ritmo. Los principales mercados muestran que la demanda residencial supera con mucho el actual volumen de promociones de obra nueva, lo que convierte la compra de vivienda para reformar en la alternativa impulsora del sector. Tal como explica Nacho Molina, responsable de comunicación y marketing de GSC, “la reforma de vivienda se convierte con frecuencia en la única opción ante la imposibilidad de crecimiento de un determinado término municipal, que condiciona enormemente las promociones de obra nueva. Ante esta circunstancia, por suerte, hoy en día disponemos de soluciones para todo tipo de presupuestos”.
El ahorro inicial en la compra de inmuebles de segunda mano puede llegar a una media de casi 60.000 euros frente a una propiedad nueva de características similares, según datos de la Sociedad de Tasación. Esto equivale a un 13,7% más de rentabilidad que en 2017. Tomando como ejemplo un apartamento de unos 90 m2, al que se le aplica una reforma integral de algo más de 20.000 euros de media, seguiríamos encontrándonos con un ahorro de más de 35.000 euros. Los tasadores también destacan el hecho de que dicha reforma puede revalorizar hasta un 30% dicha propiedad.
Así las cosas, no es casualidad que las operaciones de compraventa de vivienda de segunda mano en España ascendieran a más de 100.000 sólo en el primer trimestre de 2018, lo que sitúa la actividad en niveles de 2007, previos a la crisis, de acuerdo al Colegio de Registradores. Sin embargo, las de obra nueva apenas alcanzaron las 23.000 operaciones. La adquisición de propiedades para reformar en Mallorca supone una serie de ventajas nada despreciables para inversores, sobre todo después de que el acceso a financiación hipotecaria haya experimentado recientemente importantes mejoras.
En este sentido, el Plan de Vivienda 2018-2021 contempla ayudas tanto a la compra como al alquiler con idea de favorecer la regeneración urbana. También las recoge, por fin, para proyectos de rehabilitación de inmuebles. Esto constituye a menudo una buena inversión no sólo por el ahorro inicial en comparación con la obra nueva, sino por una preferencia cada vez mayor por reconfigurar la vivienda totalmente a gusto de los clientes, especialmente entre aquellos con edades entre 25 y 34 años.
Por otro lado, si la vivienda se va a destinar al alquiler, “la inversión realizada en la compra y en la posterior reforma se puede rentabilizar casi de inmediato, y tanto las ayudas del Ministerio de Fomento como los nuevos productos de financiación bancaria permiten que el desembolso no sea tan repentino”, recuerdan en GSC. La planificación adecuada de la reforma permite, así mismo, evitar la necesidad de reparaciones pasados unos años, una preocupación recurrente al adquirir inmuebles de cierta antigüedad. “Ante esta circunstancia, nos centramos en ofrecer a los compradores una renovación no sólo estética, sino también funcional. Siempre aconsejamos aprovechar la obra para renovar las instalaciones con idea de hacerlas más eficientes, más sólidas, lo que permite a largo plazo ahorrar más en las facturas de luz, agua y gas”.
A este respecto, son de especial interés las condiciones del citado Plan de Vivienda, que entró en vigor el pasado 1 de enero y que impulsa, a través de ayudas retroactivas, tanto la rehabilitación de viviendas unifamiliares y pisos como las obras de rehabilitación acordadas por comunidades de vecinos en zonas comunes. A la hora de buscar presupuestos de reformas integrales en Mallorca, conviene tener en cuenta que el plan sufraga las mejoras en eficiencia energética, hasta 12.000 euros en viviendas unifamiliares y hasta 8.000 euros en apartamentos, siempre que estas cuantías no superen el 40% de la inversión total. En todo caso, pueden acogerse a estas ayudas los propietarios de inmuebles construidos hasta 1996, lo que podría ascender hasta 13,7 millones de viviendas en España, es decir, más de la mitad del total del parque residencial.
“En nuestro caso, se trata de uno de los trabajos más demandados. La compraventa de inmuebles y los alquileres vacacionales continúan creciendo casi a la par, lo que desemboca en un incremento de los trabajos de reformas en Mallorca y alrededores”, señala Molina. “Por la naturaleza de la zona, nuestros clientes valoran especialmente que una empresa de reformas pueda ocuparse del proyecto al completo, desde el diseño interior hasta el certificado de eficiencia energética”.
Las reformas integrales son también un recurso para aquellos propietarios que quieren vender su casa pero no tienen urgencia por hacerlo. Invertir en una reforma hará que el inmueble destaque más, sobre todo en áreas en las que el parque residencial cuenta con cierta edad. Las reglas son prácticamente las mismas en la compraventa y reformas de oficinas o de locales comerciales.
Sobre todos ellos ofrecen información de interés en el blog de GSC, con idea de ayudar al cliente a la hora de la planificación y la toma de decisiones en proyectos de estas características.