Contar historias, anécdotas y vivencias, va mucho con las personas, de hecho, el “storytelling” es exactamente eso, el arte de contar historias y que sean una herramienta potente de comunicación con el público objetivo. Claro está, que dependerá de la historia y de lo bien que se cuente.
Porque, así como en la vida real hay un buen ejemplo de storytelling aplicado a las ventas digitales, también seguro que existirán aquellas personas que no tienen la destreza, la creatividad o la empatía para conectar con su audiencia con facilidad. Por eso, el “storytelling” por sí solo no es capaz de vender, sino que debe aplicarse con propiedad para lograr resultados.
¿Qué es el storytelling?
Las personas, y con eso también se incluye a las personas jurídicas, puesto que las empresas están compuestas por ellas, suelen generar algún tipo de vínculo emocional con los productos y servicios que consumen o compran. Es un acto propio del ser humano, ya que las emociones funcionan por la alegría, la satisfacción, la tranquilidad -de haber encontrado una solución acertada y a buen precio, por ejemplo-, la confianza, y hasta la molestia o el disgusto.
Entendiendo lo anterior, se puede hablar del storytelling. No es más que el arte de contar historias, ahora hablando propiamente por plataformas digitales -correos electrónicos, anuncios, vídeos promocionales, landing pages-, teniendo por objetivo, generar emociones o crear vínculos emocionales con la audiencia o público objetivo.
El storytelling, cuando se aplica bien, puede ser una de las mejores herramientas, no solo para vender más en cualquier negocio o empresa, sino para encontrar una vía de comunicación más íntima y empática con el cliente objetivo, traduciéndose -para ambas partes-, en haber encontrado su solución por un coste reducido.
Beneficios de aplicar el storytelling en cualquier negocio
El storytelling es una herramienta de marketing que, lejos de lo que se piensa, no es nueva. Y es que las historias, las anécdotas y hasta los casos de éxito, se han utilizado para vender productos y servicios desde hace muchas décadas. Desde luego, las herramientas y los canales digitales han propiciado mejores oportunidades para los que no son tan duchos en el aspecto de las historias contadas persona a persona, permitiendo de la misma manera, hacer trabajos más pulcros en ese sentido.
Así, bien aplicado, el storytelling tiene un montón de beneficios.
- Captar la atención: en un mundo donde cada día se leen decenas de artículos y noticias, así como se reciben decenas de correos, conseguir llamar la atención del cliente potencial no es fácil. Sin embargo, utilizando el poder de las historias, utilizando la sencillez de una anécdota real, o al menos creíble, las posibilidades de que un cliente lea un artículo, un caso de éxito, abra un email y lo lea hasta el final, serán mucho mayores.
- Cercanía y confianza: uno de los conceptos que se ha puesto de moda en cuanto a los emprendimientos digitales -y más aún en las grandes empresas-, es el de humanizar las marcas, es decir, darles un rostro, darles una personalidad, una postura cercana ante las personas que son sus usuarios o potenciales usuarios. En ese sentido, el storytelling es una de las mejores herramientas que existen para generar, tanto cercanía -porque una historia bien contada es un vínculo emocional en sí mismo-, como confianza -porque cuando alguien está dispuesto a contar una historia, es porque confía, y viceversa-.
- Naturalidad: una vez que las empresas entienden cuál es su público objetivo y cuáles son los beneficios que aporta su producto o servicio para ellos, mediante el storytelling, pueden desarrollar una historia muy natural, íntima, directa y sin complejidades innecesarias. Eso, si se ha interpretado bien al público objetivo, sin duda ayudará a reforzar la imagen de la marca, a quedarse en la mente de sus consumidores, e incluso transformarlos en la principal herramienta de publicidad, boca a boca, para el negocio.
¿Cómo vender más, utilizando el storytelling adecuadamente?
La aplicación del storytelling, dentro del marketing y las ventas, se lleva haciendo desde siempre. En la actualidad, es bastante posible que muchas de las herramientas o técnicas que se utilizan, sean una adaptación al panorama digital de lo que se ha hecho siempre, por ende, no hay recetas mágicas en el storytelling, más allá de saber aprovechar cada circunstancia -positiva o negativa- para convertirla en una buena historia.
- Tipos de historias que venden: transformar la opinión de un cliente satisfecho en un caso de éxito, contar la historia del desarrollo de un producto, servicio o solución; contar una historia inversa -hablando negativamente para cerrar con la solución-, todas son tipos de historias que venden y que se deberían aplicar. En ese sentido, hay decenas de plantillas de este tipo para poder adaptarlas.
- Sencillez: erróneamente, se suele creer que mientras más compleja sea la historia, más venderá; pero nada más lejos de la realidad. La historia, en principio, solo tiene la obligación de ser fluida, tener un objetivo claro y adaptarse totalmente al público objetivo, a sus necesidades y en saber cómo darle solución a lo que la empresa ofrece. Mientras más sencillo y atractivo se pueda hacer este mensaje, mejores serán los resultados en cuanto a retención, conversiones y acercamiento de las personas hacia la marca.
- Utilizar canales adecuados: el storytelling está hecho para ser mostrado. Si bien es cierto que en ventas 1 a 1, se puede aplicar tranquilamente, los principales beneficios vienen cuando se explota el storytelling en canales masivos, por ende, una historia adaptada al público objetivo en su totalidad, puede enviarse como parte de una campaña de email marketing, ya sea en el boletín como newsletter, o bien, en una campaña promocional; pero también, se puede colocar en el blog corporativo, como parte de una historia comentada. En ese sentido, con una única publicación, se pueden ganar decenas de conversiones, sin haber tenido que invertir demasiado a nivel técnico.
El storytelling, a pesar de ser una estrategia del marketing tradicional, es bastante eficaz en estos días. Sabiendo aplicar sus principios, sabiendo entender la audiencia que debe escuchar las historias, los resultados pueden llegar a ser brillantes.