(dpa) – Enchufar, listo. Recargar un auto eléctrico es sencillo en principio. Pero hay varios detalles a atender. Existen diversos tipos de conectores, las estaciones de carga se diferencian en su capacidad de carga. Y el pago se realiza en Alemania y otros países europeos en forma digital, sin dinero efectivo, pero también con numerosas variaciones. He aquí algunos de estas cuestiones imprescindibles de conocer para no perder tiempo y energía:
Tipos de conectores
La mayoría de los cerca de 30 modelos de autos eléctricos disponibles actualmente en el mercado alemán disponen de un enchufe Tipo 2 «Mennekes», aceptado según estándares de la Unión Europea en 2013. Fue desarrollado por la empresa alemana Mennekes carga electricidad alterna, no específicamente para autos.
la industria automotriz y eléctrica japonesa desarrolló en 2010 para la carga rápida con corriente continua el conector CHAdeMO. Se lo utiliza sobre todo en Asia, en tanto que en Europa se le agrega en muchos casos a los modelos japoneses como el Nissan Leaf un enchufe Tipo 2.
El conector único combinado CCS es una propuesta estándar para carga rápida creada en forma conjunta por la industria automotriz estadounidense y la europea. Permite procedimientos de carga tanto con corriente continua como alterna. Las disposiciones vigentes en Alemania obligan a todo punto de recarga a tener disponibles tomas para conectores Tipo 3 y CCS.
También se puede recargar los autos eléctricos en de las tomas hogareñas, siempre y cuando se cuente con un adaptador. Pero no es recomendable. Según los expertos sólo debería utilizarse este recurso en casos de emergencia, ya que las redes hogareñas no están preparadas para una carga eléctrica de varias horas.
¿Cómo funciona la recarga?
La carga de un auto eléctrico funciona como la de cualquier aparato eléctrico a batería: se conecta a una estación de carga. El cable se encuentra en general en el maletero del auto eléctrico. En algunos casos hay que pagarlos como un opcional.
«Una vez conectado, se desarrolla automáticamente un protocolo de carga», explica Andreas-Michael Reinhardt, presidente de la asociación Lemnet, que informa a los consumidores a escala europea sobre la infraestructura de recarga de autos eléctricos. La técnica de la estación de carga se comunica con el control de batería del auto, abre paso a la carga y traba la conexión, para que no se pueda desenchufar hasta que no esté finalizado el proceso.
Pequeñas luces LED en el conector dan la señal de que comenzó la carga. En el tablero del auto se puede leer el estado de la recarga. En algunos autos se puede preprogramar la corriente de carga, en parte también mediante aplicaciones de los fabricantes.
¿Habrá lugar en la estación de carga?
Quien no disponga de una estación de carga en su propio garaje tiene que buscar la electricidad en los puntos de recarga de acceso público. Pero ante la escasez de espacios de aparcamiento público en las ciudades no es infrecuente encontrarse con un auto a gasolina estacionado frente a una columna de recarga eléctrica. Los navegadores de los autos deberían incluir por eso la información sobre la disponibilidad de las estaciones de recarga, opina Reinhardt.
¿Cuánto tiempo hay que permanecer cableado?
Una recarga por la red hogareña suele tomar entre seis y doce horas. Las cargas rápidas reducen notablemente ese tiempo. Con conectores del Tipo 2 se habla de carga rápida a partir de los 22 kilovatios. Las columnas públicas de recarga tienen en gran parte una capacidad de carga de entre 11 y 22 kilovatios.
Un Renault Zoe de 41 kWh que carga con una capacidad de 22 kW habrá que esperar dos horas con 40 minutos, según los fabricantes. Cargar las baterías al 80 por ciento toma una hora menos. Es lo que recomiendan también los fabricantes, porque para el último 20 por ciento se frena notablemente la capacidad de carga para proteger la batería. La norma CHAdeMO permite cargar hasta 50 kilovatios. Se planea el funcionamiento de estándares de carga rápida de hasta 400 kilovatios.
El auto eléctrico que ofrece actualmente la mayor capacidad de carga es el Hyundai Ioniq, con un potencial de hasta 100 kilovatios por CCS. Su batería de 28 kWh se recarga de este modo en 23 minutos al 80 por ciento de su capacidad. Pero esto queda en los papeles, porque falta mucho para que se estandaricen puntos de recarga de 100 kW.
¿Cuánto cuesta la recarga?
Depende. «A veces no hay que pagar nada en los puntos de recarga», dice Reinhardt. Mercados de muebles y de materiales de construcción así como cadenas de supermercados ofrecen una recarga gratuita en sus playones de aparcamiento. Pero en general se trata de un proceso caro. Puede costar entre ocho y diez euros por cada 100 kilómetros, esto es más que el costo de gasolina o combustible diesel.
Los precios varían sin embargo. El mercado de recarga eléctrica de automóviles es muy heterogéneo. Algunos puntos de carga facturan según la electricidad tomada, otros por el tiempo de conexión. Y también existen tarifas planas.
¿Cómo se paga?
Muchas veces se le pide al cliente una tarjeta con chip electrónico, otras un token. Una de las formas más sencillas es el pago con apps del teléfono móvil, que liberan el acceso a la columna de carga mediante un código QR.
Por Stefan Weißenborn