(dpa) – Lo que para un adulto no es más que un resfriado leve puede ser peligroso para un recién nacido. Los casos graves de virus respiratorio sincitial (VRS) son una amenaza sobre todo para los niños en los primeros seis meses de vida.
¿Cómo puede manifestarse una infección por VRS?
«El niño no puede respirar bien por la nariz, está sudoroso, malhumorado, febril y no duerme bien», resume los posibles síntomas el profesor Marcus Krüger, médico jefe de la unidad de cuidados intensivos pediátricos de la Clínica Schwabing y Harlaching de Múnich.
Los padres deben estar atentos a ciertas señales de alarma: si la temperatura de un niño menor de tres meses supera los 38,5 grados, Krüger aconseja llevarlo rápidamente al pediatra.
Una tos muy fuerte y una respiración rápida, sibilante (como con silbidos) o traqueteante, también deben ser monitoreadas inmediatamente.
Los problemas respiratorios pueden manifestarse asimismo por el rechazo del niño al pecho o al biberón. O por el hecho de que la piel entre sus costillas se hunda ligeramente hacia dentro cuando respira, según el portal «kindergesundheit-info.de» del Centro Federal de Educación Sanitaria.
Además, si la piel o los labios del bebé adquieren un color azulado, también es una señal de alarma. Esto ocurre cuando llega demasiado poco oxígeno a la sangre.