Se acerca el verano y con ello las oportunidades de viajar y desconectar del estrés, la rutina y el calor de la ciudad. Muchas personas dejan su hogar en verano durante unos días y sienten la necesidad de protegerlo ante los posibles robos.
Es en esta época vacacional cuando se incrementan los robos en viviendas debido a que los ladrones aprovechan la ausencia en los hogares de los propietarios e inquilinos. Es recomendable seguir una serie de consejos que describimos a continuación para evitar atraer a los ladrones cuando nos encontramos de vacaciones.
Cerrar las ventanas.
Una de las cosas que se debe comprobar bien antes de marcharnos de vacaciones es que todas las ventanas estén cerradas. En ocasiones sucede que las ventanas de los lugares menos visibles como lavaderos y patios de luz se quedan abiertas, y esto es justo lo que necesitan los ladrones para acceder al domicilio, una ventana abierta en un lugar poco transitado.
Puerta blindada y cerradura de seguridad.
Instalar una puerta blindada aumenta la seguridad de cualquier domicilio ya que muchos ladrones aprovechan la debilidad de las puertas para acceder por ellas al interior de la vivienda.
En el caso de que no tengamos una puerta blindada, los expertos cerrajeros en Sevilla aconsejan mejorar la seguridad de la puerta instalando dos puntos de cierre o cerraduras, reforzar las bisagras con ángulos metálicos y pivotes de acero. Por último, es importante que no queden huecos entre la puerta, el marco y el suelo por el que los ladrones puedan introducir herramientas y forzar la puerta.
Instalar temporizadores.
Los temporizadores pueden programarse para que el aparato que enchufamos en ellos se encienda y apague en el periodo que seleccionamos. Un buen truco es utilizar temporizadores en lámparas y televisores para que se enciendan durante un determinado periodo de tiempo mientras nos ausentamos de nuestro hogar. De esta forma, desde el exterior dará la sensación de que el hogar está habitado.
Dejar las persianas abiertas.
Muchas veces por dejar el hogar lo más blindado posible caemos en el error de cerrar completamente las persianas, esto es un símbolo inequívoco de que en el domicilio no hay nadie. Es preferible dejar las persianas un poco abiertas para que dé la sensación de que hay alguien dentro.
Finalmente, es recomendable dejar las llaves y un número de contacto a un vecino de confianza para que se encargue de echar un vistazo al domicilio de vez en cuando.