La venta de productos y servicios online ha revolucionado la forma de entender el comercio. Más allá de las cifras astronómicas que mueven en el planeta, han democratizado las posibilidades para pequeñas iniciativas que, de otra manera, no podrían mostrar su catálogo.
Entre muchas de las soluciones para e-commerce que se pueden poner en marcha, obviamente, las primeras tendrán que ver precisamente con el diseño de la página web sobre la que llegará el usuario. Una navegación cómoda y casi intuitiva que no tenga enlaces rotos y que permita llegar hasta el producto o información que se quiere es vital, pero también la pasarela para llegar a formalizar la compra con todas las garantías de seguridad.
Cuántas veces desde las imagenes en Google se pincha y se llega hasta una web que, si no cumple con los requisitos mencionados previamente, se cierra sin llegar a decidirse por realizar la transacción. De ahí que, optimizar no solo la web sino las imágenes sean dos pasosnecesarios.
¿Cómo conseguir mejorar y optimizar los contenidos del e-commerce?
Invirtiendo. En campañas de seo y sem. Con expertos en la materia, pronto se empezará a posicionar el e-commerce en los principales buscadores.
No se pueden esperar milagros sin hacer bien el trabajo, de ahí que haya que tener muy claro que para que una tienda online pueda triunfar, es necesario contar con una agencia de marketing capaz de sacar el mejor partido al catálogo de productos y servicios.
Solo quienes se dedican a ese mundo tienen claro cómo conseguir diferenciar una web de su competidora directa y hacer que resalten los puntos fuertes. Eso no significa que valgan los fallos, sino que, una vez detectados, es el momento de protocolizarlos y ponerse a buscar las soluciones necesarias tanto en términos tecnológicos como de contenido e imagen.
¿Cuáles son los principales errores de una tienda online?
Pese a que este tipo de webs llevan año copando las búsquedas de los usuarios en busca de precios, calidad y productos específicos, aún hoy existen ciertos errores que se siguen cometiendo.
- No cuidar el contenido. El usuario está cada vez más acostumbrado a llegar a grandes metabuscadores en busca de los productos. Una buena estrategia puede ser adherirse a alguno de ellos para presentar los productos a través de la opción de crear páginas de venta en los mismos. Sin embargo, si el contenido no está cuidado, las opciones son infinitas para irse a otra web. Faltas de ortografía, palabras cortadas, falta de coherencia…todo pasa factura
- Falta de información: quien llega a una web busca las especificaciones y la información relativa al producto. Poner solo dos datos no convence. Los expertos en marketing serán capaces de encontrar un texto y discurso que convenza.
- No aprovechar el stock para conseguir contacto: el big data es algo que cada vez ha cobrado más relevancia. Conseguir los datos de los potenciales consumidores dan mucha información. Por ello, aunque no exista en ese momento concreto el stock que buscan – hay que reponer en corto plazo o eliminar ese contenido –, se podría crear una lista de espera en la que faciliten mail y dos o tres datos más que sirvan para poner perfil a los usuarios de cara a futuras campañas.
- Imágenes optimizadas: con un tamaño bueno, una calidad más que optimizada para la web y con palabras clave que sirvan para que también se indexen en los buscadores.
- Campañas en redes sociales: son uno de los grandes descubrimientos. Apostar por desarrollar perfiles corporativos con venta en las principales redes sociales, sobre todo las basadas en imágenes, puede ser clave para conseguir mejorar las ventas. Existen, gracias a las campañas internas, posibilidades de llegar a un público que de otra forma puede no llegar.