La alopecia es un fenómeno natural que afecta tanto a la población masculina como femenina. A pesar de que tradicionalmente se ha asociado casi de manera exclusiva a los hombres, aproximadamente un 30% de las mujeres también sufren caída del cabello en algún momento de sus vidas.
Estos problemas están muy asociados a la imagen, y de hecho es uno de los aspectos que más preocupan especialmente a los hombres que ven como su cabeza se va despejando. En estos casos, los tratamientos pueden ser de carácter preventivo, que son los encaminados a evitar la caída del pelo; y procesos más avanzados, los trasplantes, cuando ya la cabeza aparece ampliamente despoblada.
En el primer caso, un tratamiento que gana cada vez más popularidad es el Láser capilar, que consiste en aplicar un dispositivo láser en esas zonas con menor densidad de cabello para estimular el cuero cabelludo y potenciar el crecimiento del cabello.
¿Qué factores aumentan la probabilidad de que se produzca una caída masiva de pelo?
Más allá de cuestiones de carácter genético, que determinan en gran medida la alopecia androgénica, existen otros factores que impulsan la pérdida de cabello o la ralentización de su formación y crecimiento.
La incidencia de los rayos solares es uno de estos elementos, pues quema y deshidrata el pelo, haciendo que se vuelva más frágil y se caiga con facilidad. Además, el color de las piscinas en verano dificulta esta situación.
Muchos productos capilares, como los tintes, las extensiones, y el propio cuidado del mismo: recogidos de pelo, secadores, planchas, también acaban debilitándolo. Un tercer aspecto a controlar es la alimentación, pues una dieta insuficiente en vitaminas A, B y C, favorece la debilidad del cuero cabelludo.
Algunos alimentos óptimos para que el cabello gane en salud son las zanahorias, las legumbres, el kiwi, las naranjas, los huevos o las espinacas. Por otra parte, los productos ricos en ácidos grasos omega 3, como muchos frutos secos, también estimulan el crecimiento natural del pelo.
El cuarto hábito perjudicial para el pelo es el tabaco. Fumar provoca envejecimiento prematuro del cabello, lo que se ve agravado si la persona que sufre alopecia presenta predisposición genética para ello.
Finalmente no hay que olvidar el estrés o la ansiedad como causas que participan en algunos procesos de caída del cabello, como explican en Mente y Ciencia.
¿Qué pasos seguir cuando aparecen síntomas de alopecia?
El principal tipo de alopecia que afecta a hombres y mujeres es la androgénica. En muchos casos no tiene solución de carácter preventiva, sino que hay que acudir al injerto. Pero cuando se trata a tiempo, la caída del cabello puede reducirse o paralizarse.
El primer paso en estos casos siempre pasa por visitar a un dermatólogo para que realice un estudio y determine si la pérdida de pelo se debe a causas genéticas, factores ambientales o afecciones subyacentes.
Algunos fármacos, como el minoxidil, son de venta libre, se obtienen sin receta médica. Este tiene un comportamiento similar a la finasterida, un medicamento que sí requiere ser recetado por un doctor y cuyo efecto es reducir la dihidrotestosterona, un andrógeno que fomenta la caída del cabello. Estos remedios son eficaces únicamente para épocas iniciales y siempre que se usen de manera regular.
Cuando el proceso de pérdida de cabello ya es más avanzado, y ni siquiera el láser o la mesoterapia capilar pueden dar respuesta positiva al crecimiento del cabello, muchas personas, especialmente hombres, optan por injertos capilares.
La mesoterapia capilar actúa directamente sobre el cuero cabelludo, con activadores o precursores que consiguen que vuelva a aparecer pelo en zonas despobladas y refuerzan el contenido nutricional del cuerpo cabelludo.
¿Cuánto puede costar un injerto capilar en España?
Los procesos de trasplante o injerto capilar se inician siempre con una evaluación previa del paciente y la preparación previa de la cirugía. En ella se solicitan a la persona interesada distintas analíticas para comprobar sus estándares de salud.
Estas intervenciones tienen un precio en España que puede rondar entre los 2.000 y los 7.000 euros, dependiendo del prestigio de la clínica, las tecnologías utilizadas, la experiencia de los profesionales médicos y el tipo de injerto.
Todo el fenómeno de la preocupación por la alopecia está provocando también un intenso proceso de turismo sanitario capilar hacia Turquía, un país que recibe cada año cientos de miles de personas interesadas en cirugías y operaciones relacionadas con problemas capilares pero también con procesos oculares, oncológicos y tratamientos estéticos.