Múnich (Alemania), 20 sep (dpa) – La Oktoberfest, la fiesta de la cerveza de Múnich, fue inaugurada hoy en la ciudad del sur de Alemania con altas temperaturas, la presencia de cientos de personas y la apertura del primer barril a manos del alcalde, Dieter Reiter.

La 190º edición del festival en la Pradera de Teresa (abreviada como «Wiesn» en alemán) durará 16 días, hasta el 5 de octubre, durante los cuales los asistentes podrán disfrutar de la fiesta en las famosas carpas cerveceras, subirse a las norias y vestirse con los trajes tradicionales «dirndl» (vestidos) y «lederhosen» (pantalones de cuero bávaros).
Se calcula que esta fiesta, considerada la mayor del mundo en su género, atraerá hasta seis millones de visitantes. En 2023 se alcanzó la cifra récord de siete millones.
Este primer fin de semana de la Oktoberfest de 2025 se celebrará en unas condiciones meteorológicas ideales, con temperaturas de hasta 30 grados el sábado, que causaron sin embargo algunos incidentes por golpes de calor.
La primera pinta de cerveza de hoy fue para el primer ministro bávaro, Markus Söder, como es costumbre desde hace décadas.
Söder declaró que la Oktoberfest es un espacio de descanso en tiempos de crisis en el que hay «pura alegría de vivir».
Por su parte, Reiter señaló que el calor le hizo más difícil la tarea de abrir el barril, por cómo le sudaban las manos. «Creía que se me iba a caer el mazo de la mano», dijo en la radio bávara después de que, a pesar de estas dificultades, consiguiera abrirlo como es tradicional con dos golpes. «Hoy ha sido realmente agotador, mucho más que en años anteriores».
Más de tres horas de espera para la primera cerveza
Las primeras personas ya esperaban en las vallas que rodean el recinto a primera hora de la mañana, aún a oscuras, hasta que se abrieron las puertas a las 9:00 horas (07:00 GMT) para conseguir una mesa en una de las carpas cerveceras. Allí esperaron otras tres horas para conseguir su primera pinta de cerveza.
Las autoridades han vuelto a reforzar este año la seguridad en la «Wiesn», y la prohibición de llevar cuchillos se ha extendido del recinto del festival a los alrededores. Además, hay controles de admisión y están prohibidas las bolsas grandes.
Los servicios de urgencias tuvieron un comienzo ajetreado, con más de 280 pacientes de todas las edades atendidos hasta la tarde, en su mayoría debido al calor y no al consumo de alcohol.
Poco antes de la inauguración del festival, una mujer de 70 años falleció en la zona de caravanas de la feria, sin que los servicios de emergencia pudieran reanimarla.
