El equipo de ‘Comando al sol’ se acercará este miércoles a uno de los cielos más bellos del mundo, el de la isla de La Palma y se bañará en sus playas de arena negra. Disfrutará del veraneo a la española en Oropesa del Mar, una de las playas más populares y concurridas del levante español. Y con los vecinos de la localidad gallega de Allariz celebrará el 700 cumpleaños de su Fiesta del Buey. Es ‘El verano de las estrellas’, en ‘Comando al sol’.
Tocar el cielo en la isla bonita. Cientos de turistas se pasean por el interior de una platanera en el corazón de La Palma y comen plátanos canarios a la sombra. Los palmeros enseñan al viajero el sustento de una de las islas menos masificadas de Canarias. En las arenas negras de sus playas volcánicas se tuesta el visitante. En sus cumbres descansa el mayor telescopio infrarrojo del mundo. El mirador del cielo más completo del planeta corona la cumbre del Roque de los Muchachos, una montaña volcánica donde los vientos alisios, la humedad y las temperaturas templadas hacen posible contemplar un fenómeno único: el mar de nubes. En la parte norte de la isla, Dionisio guarda el secreto del queso curado palmero. Y en la costa, Carlos y Francisco remueven con su rastrilla un tesoro: la flor de sal.
Veraneo a la española. A tan solo un kilómetro de Marina D’Or, el sueño español de la segunda residencia, está una de las playas más visitadas de Levante: la playa de la Concha de Oropesa del Mar. Este verano se espera que por Castellón pase un millón de turistas. Iván, María y sus dos hijos son una de las decenas de familias españolas que estrenan caravana estas vacaciones. La compra y alquiler de autocaravanas sigue en alza y los campings reciben cada vez más turistas, quieren tenerlo todo a mano y prefieren la tienda de campaña al hotel o apartamento.
Una fiesta con mucha chicha. Conocida como el San Fermín gallego, la fiesta grande de Allariz cumple 700 años. Los vecinos suben al monte para recoger a la estrella de esta celebración: el buey. El animal se cría salvaje en los montes de la localidad gallega, pasea por las empedradas calles y da fama al pueblo. Considerada una de las carnes más jugosas de España, es un reclamo para el turismo y el sustento para los habitantes de Allariz. Italianos y franceses la buscan; chinos y japoneses se la disputan.