Berlín, 31 mar (dpa) – Hace algunos años, expertos del Instituto de Evaluación de Riesgos de Alemania (BfR) se sentaron delante del televisor a ver programas de TV de cocina. Lo que vieron no les gustó nada: cada 50 segundos, los cocineros de la TV hacían cosas poco higiénicas.
Que los cocineros más famosos no sean un ejemplo es un problema, dado que cada vez se pierden más los conocimientos sobre las normas de higiene que hay que cumplir en las cocinas. Muchas veces ya ni siquiera se come comida elaborada en casa y eso hace que los niños tampoco tengan forma de ir observando estos hábitos saludables en sus padres. Por lo general, la mayoría de los niños no tiene una idea cercana de lo que sucede en una cocina.
Las consecuencias no son menores: la falta de higiene se traduce en un aumento de enfermedades debido a infecciones con alimentos. Aquí, algunos consejos para evitar la contaminación en la cocina:
Agua y jabón
Nunca está de más repetirlo: la higiene de las manos es de central importancia. Esto significa que hay que lavarse las manos antes de preparar las comidas y durante su preparación después de estornudar, sonarse la nariz, tener contacto con animales de la casa o tocar la basura.
Evitar la contaminación cruzada
Esto se refiere a cuando las bacterias de un alimento pasan a otro. Si se corta una pechuga de pollo cruda sobre una tabla, no conviene luego usar la misma tabla y el mismo cuchillo para cortar la ensalada, ya que de esta forma pueden terminar fácilmente en la ensalada bacterias como las «campylobacter».
Limpieza de las tablas de cortar y picar
Se recomienda tener tablas de distintos colores: una para carnes y pescados, es decir, comidas que luego se cuecen, y otra para alimentos crudos. Sin embargo, algunos especialistas afirman que no hace falta y que basta con limpiar las tablas con agua caliente y detergente. Lo más importante es que las tablas tengan superficies lisas para que se las pueda limpiar con facilidad.
Un repasador para la vajilla, otro para las manos
Los repasadores o paños pueden ser acumuladores de bacterias en el hogar. Por eso, nunca hay que usarlos por más de una semana y lavarlos a 60 grados. Si están evidentemente sucios, hay que cambiarlos y lavarlos de inmediato.
Limpiar regularmente la nevera y el cubo de basura
En el cubo de basura se acumulan bacterias y gérmenes. Los expertos recomiendan por eso un cubo con pedal, para no tener que abrirlo con la mano. Además, hay que limpiarlo regularmente, al igual que la nevera.
No interrumpir la cadena de frío
Para evitar que las bacterias se multipliquen en los alimentos, no hay que interrumpir la cadena de frío. Los alimentos que hay que guardar en frío deben ir lo antes posible a la nevera tras la compra.
Cocinar bien
La cocción pareja y completa de los alimentos de 70 a 100 grados mata la mayoría de los gérmenes. Hay que controlar que la carne también se cocine en su interior.
Por Katja Wallrafen (dpa)