Núremberg (Alemania), 22 dic (dpa) – Los consumidores alemanes miran con optimismo el nuevo año tras cuatro meses de consumo contenido, informó hoy el instituto de investigación de mercado GfK.
Las buenas perspectivas económicas y la esperanza de un incremento salarial suavizan las inseguridades que despiertan en el consumidor alemán la crisis de los refugiados y el peligro de posibles ataques terroristas.
El clima de consumo en Alemania mejoró notablemente con el cambio de año, indicaron los expertos del GfK. El correspondiente índice global se situó en enero de 2016 en los 9,4 puntos, desde los 9,3 puntos registrados en diciembre de 2015.
«Con ello, en el nuevo año, el clima de consumo acaba con los cuatro meses de tendencia a la baja», comentó el experto en consumo del GfK Rolf Bürkl. Asimismo, se mostró convencido de que también 2016 podrá ser «un buen año para el consumo». La demanda interna seguirá siendo un pilar importante de la coyuntura económica en Alemania, agregó.
De acuerdo con el sondeo del GfK, los estados federados alemanes esperan una subida de los sueldos y muchos ven la coyuntura económica de nuevo en mejor situación que en los meses anteriores.
«La caída de las expectativas de la coyuntura económica se ha detenido», indicó el GfK. Con 2,9 puntos el correspondiente indicador volvió a situarse en diciembre en el terreno positivo, después de que en noviembre se situara en los menos 5,3 puntos.
Entretanto parece que ni el incremento del peligro de atentados terroristas, ni la creciente llegada de refugiados pasa factura al índice del consumo, opinó Bürkl.
De manera especial mejoraron las perspectivas económicas gracias al favorable desarrollo de los precios, en especial a los bajos precios del petróleo que presiona a la baja el índice de precios al consumo.
Asimismo, debido a la perspectiva de que el mercado laboral siga por el buen camino en 2016, los expertos creen que las preocupaciones por una posible pérdida del puesto de trabajo son bajas.
La seguridad en el trabajo es también una razón importante de la predisposición del consumidor alemán desde hace meses a emprender grandes gastos como automóviles, muebles o hacer vacaciones caras, indicó el experto.