(dpa) – Quien escuche el nombre de Ciudad del Cabo pensará probablemente en playas idílicas, safari, surf, pingüinos, viñedos y por supuesto en la denominada Montaña de la Mesa.
Lo que pocos saben aún es que la ciudad ubicada en el extremo sur del continente africano tiene una oferta gastronómica de nivel mundial y a solo una fracción de los precios de la alta cocina europea.
La combinación de una débil moneda nacional y la caída de los precios a causa del coronavirus hace que un viaje gastronómico a la metrópolis turística sea una ganga esta temporada.
Incluso la nueva variante ómicron del coronavirus, que primero desató pánico entre los viajeros, al parecer apenas frenó a unos pocos turistas en concretar sus planes.
Más allá de la cuarentena que habrá que cumplir al regreso, Sudáfrica atrae con días largos y cálidos.
Inpirados en una combinación única de culturas (gastronómicas), el clima soleado y vinos de primera clase, chefs de todo el mundo se asentaron aquí y convirtieron a Ciudad del Cabo en un destino gourmet.
Si bien Michelin no repartió aún ninguna de sus famosas estrellas en África, el galardonado chef sudafricano Jan Hendrik van der Westhuizen, premiado en 2016 en Niza, ha regresado recientemente a su patria.
El cocinero abrió su «JAN Innovation Studio» en el corazón de Ciudad del Cabo, a los pies de la famosa Montaña de la Mesa, por ahora solo disponible para reservas de grupos pequeños.
El menú de varios pasos de la cocina sudafricana, con recetas inspiradas en el estilo de Van der Westhuizen, se combina con los mejores vinos del país.
El «Gordon Ramsay sudafricano» se convirtió en una marca culinaria internacional gracias a dos libros de cocina que se convirtieron en bestsellers y un show de televisión.
Disfrutar del entorno
El intencionalmente sencillo «Wolfgat» es considerado uno de los mejores restaurantes del mundo y funciona en una cabaña de pescadores de 130 años de antigüedad, con una impresionante vista a una bahía idílica.
El chef sudafricano Kobus van der Merwe se concentra en un menú de degustación, compuesto casi exclusivamente por ingredientes regionales que su equipo recoje en su mayor parte en la naturaleza, como por ejemplo algas, frutos de mar, hierbas silvestres, plantas comestibles, pero también cordero y animales de caza.
«Wolfgat» fue distinguido en 2019 con el World Restaurant Award en París como el mejor restaurante del mundo. En tanto, ocupa el lugar 50 en la lista de los Mejores 50 Restaurantes del Mundo de S. Pellegrino y Acqua Panna, lo que hace que el viaje de dos horas desde Ciudad del Cabo hasta el pintoresco pueblo pesquero de Paternoster merezca la pena. Quien quiera ocupar una de sus 20 mesas, deberá planificarlo con mucha anticipación y hacer la reserva varios meses antes.
«La Colombe» se ha convertido en tanto en un lugar de culto en Constantia, en los suburbios de Ciudad del Cabo, donde cada plato es una obra de arte.
La aventura gourmet franco-asiática, de varios pasos, comienza con un jardín de entradas de tres pisos diseñado como un cuento de hadas. A continuación, se ofrece un menú muy detallado, lleno de sabores inesperados y aromas meticulosamente equilibrados.
Un hito en la carta es el plato especial de la casa, poco llamativamente servido en una lata de atún, de las que se venden en el supermercado. Pero al retirar la tapa metálica se descubre un plato cuidadosamente dispuesto de filete de pescado muy fino, leche de tigre y un prado comestible de hierbas y flores.
«La Colombe» está dirigida por uno de los cocineros famosos más jóvenes de Sudáfrica, James Gaag, de 32 años, aprendiz del legendario chef Raymond Blanc, galardonado con una estrella Michelin, en «Le Manoir aux Quat’Saisons» de Oxford.
Un tributo al mar
Cenar a orillas del mar es un sueño de vacaciones romántico que el restaurante «Chef’s Warehouse» del hotel boutique de lujo Tintswalo Atlantic hace realidad.
Cada mesa tiene vista a las olas del océano Atlántico y la pintoresca aldea costera de Hout Bay. En segundo plano quedan las montañas con la famosa ruta costera Chapman’s Peak.
El menú es también un homenaje al mar porque todos los ingredientes proceden de una selección de pequeños proveedores sostenibles, con especial atención al pescado y los mariscos.
Las ostras y el risotto -ambos insuperables a pesar de su sencillez- son los platos estrella del chef irlandés Liam Tomlin, que llegó a Ciudad del Cabo a través de Sydney y también tiene un restaurante en Barcelona.
La biblia gastronómica «La Liste» califica al «Chef’s Warehouse» con un 90,5 por ciento, la misma nota que el famoso «Tim Raue» de Berlín o el «EssZimmer» de Múnich.
El británico Luke Dale Roberts, desde hace varios años afincado en Ciudad del Cabo, se ha convertido en tanto en un sinónimo de la cocina de África más fina, creativa e innovadora.
«The Test Kitchen», que durante mucho tiempo compitió con los mejores restaurantes del mundo, cerró sus puertas en septiembre como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Pero Dale Roberts continuó en la escena gastronómica con otros dos restaurantes.
El moderno y exclusivo «Pot Luck Club», situado en la última planta de una antigua fábrica de galletas, ofrece una experiencia íntima con vistas a la ciudad y al puerto.
El menú de tapas consiste en platos modernos y globales con un toque sudafricano, acompañados de cócteles de autor como el «sake de hierba de limón y fruta de la pasión» o el «martini de curry verde tailandés».
Los cocineros se mezclan con sus comensales
Como alternativa se puede comer en el vecino «Fledgelings», en el que Dale Roberts entrena a sus aprendices. Platos sencillos pero sabrosos, buen servicio y un entretenido intercambio entre los comensales y los nuevos cocineros están en el centro de atención.
Uno de los cocineros instruidos por Dale Roberts ya abrió sus alas, el chef Ryan Cole presenta su cocina en «Salsify», al que considera como el «New Age sudafricano» y que lo ha catapultado a las filas de los mejores chefs.
Cole reveló que su objetivo era crear un restaurante en el que los turistas europeos piensen: «cuando viajemos a Ciudad del Cabo, debemos ir allí», dice.
En «Salsify» se cena en medio de la historia. El edificio se encuentra protegido como monumento histórico, era el pabellón de caza del gobernador británico en el Cabo a principios del siglo XIX Lord Charles Somerset.
Como contraste inteligente, el interior es moderno y está decorado con arte, esculturas y grafitis. No es de extrañar que la leyenda del tenis Roger Federer eligiera celebrar aquí su victoria en 2020 sobre Rafael Nadal durante la serie de recaudación de fondos Match for Africa.
También situado en el centro de la ciudad -justo enfrente del Parlamento, con vistas a la Montaña de la Mesa- el popular «Fyn» ofrece una interacción contemporánea de sabores japoneses y sudafricanos.
El chef es Peter Tempelhoff, nacido en Boston y educado en Londres. Aporta décadas de experiencia, habiendo trabajado en restaurantes de 3 estrellas en Nueva York («Eleven Madison Park»), París («Le Pré Catelan») y San Sebastián («Arzak»).
Así, el menú comienza con una serie de cajas bento con profundo sabor umami, seguidas de platos innovadores como piruletas de gallina de Guinea y gambas azules con wakame y mandarina.
También es especial porque Tempelhoff ha convertido la cocina del restaurante, situada en el centro pero discretamente iluminada, en un escenario para el arte culinario.
Cita obligada para los amantes del vino
En ningún viaje gourmet debería faltar una visita a la famosa región vitivinícola en las afueras de Ciudad del Cabo. Uno de los mejores destinos, sin lugar a dudas, es «Epice», en Franschhoek, que se distingue por su experimental y sabroso juego con las especias.
Inspirado en las expediciones a India, España, Japón, México, Dinamarca y Estados Unidos, el chef Charné Sampson crea una experiencia para el paladar a partir de especias como la vainilla, el azafrán, la canela y la nuez moscada, acompañadas de una vajilla y una cubertería especialmente diseñadas para cada plato.
A la codorniz con especias de Tandoor le sigue el vindaloo de ostras y el atún con mango, aguacate y comino.
En la vecina Stellenbosch, «Rust en Vrede» es un destino de visita obligada descrito por los críticos gastronómicos internacionales como «celestial».
Aquí, el chef Fabio Daniel sirve cocina francesa moderna con un toque inspirado en su herencia brasileña e italiana. Tras pasar por Inglaterra, Nueva Zelanda y Brasil, Daniel se estableció en Sudáfrica, donde crea platos que los comensales recordarán durante años.
Ya sean vieiras con papadam y masala o esferas doradas de cítricos con galletas de chocolate finas y quebradizas, la atención que pone Daniel en los detalles es evidente en cada plato.
«Rust en Vrede» también es conocido por su amplia carta de vinos, con una impresionante selección de vinos locales e internacionales.
Por Kristin Palitza (dpa)