(dpa)- Más de medio centenar de directores alemanes hicieron un llamamiento para rediseñar de arriba abajo el Festival Internacional de Cine de Berlín, la Berlinale, a menos de tres meses que se inaugure su 68 edición.
«El festival ha perdido mucho nivel, también a escala internacional», lamentó el director Christoph Hochhäusler en declaraciones publicadas hoy en el diario berlinés «Tagesspiegel». «Se volvió totalmente complejo. Si se presentan 400 películas, la pregunta es ¿qué indica eso?», agregó.
Un total de 79 cineastas, entre ellos, los laureados Fatih Akin, Maren Ade, Doris Dörrie y Volker Schlöndorff, criticaron en las últimas horas la deriva del certamen y conminaron a las autoridades germanas a acometer cambios de calado que le permitan a la Berlinale competir con otros festivales de altura como los de Cannes o Venecia.
«La renovación del equipo directivo ofrece la oportunidad de renovar programáticamente el festival y de desintoxicarlo», señalaron los cerca de ochenta cineastas en una declaración que el viernes publicó el semanario «Der Spiegel».
El contrato del actual director del certamen, Dieter Kosslick, vence en 2019. Será el momento en el que la ministra de Cultura alemana, Monika Grütters, de la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU) qu dirige Merkel, deba encontrar un sustituto para el hombre que durante 16 años se encargó de vestir de cine la capital alemana.
«El objetivo debe ser encontrar una personalidad destacada que sienta pasión por el cine, que esté bien conectada a escala internacional y que sea capaz de dirigir el festival en pie de igualdad con Cannes y Venecia de cara al futuro», escribieron los directores.
A pesar de constituir una figura popular entre estrellas del séptimo arte de todo el mundo, Kosslick ha sido criticado en numerosas ocasiones por miembros de la industria alemana del cine, quienes le recriminan que la Berlinale se haya quedado atrás de Cannes y Venice.
El certamen berlinés se celebra en febrero, a caballo entre el festival independiente estadounidense de Sundance y el de Cannes en mayo. Kosslick ha contribuido a que la cita por antonomasia del cine alemán se haya convertido en uno de los festivales cinematográficos más políticos.
El veterano director del festival respondió a la crítica carta de los cineastas señalando que entendía su petición de reestructurar la Berlinale.
«El futuro de la Berlinale es importante para todos nosotros», indicó Kosslick, quien planea redactar un nuevo plan para rediseñar el festival.