Lille (Francia), 13 sep (dpa) – Doce años de carrera, algunas grandes victorias, decenas de exhibiciones -de talento y de furia- y cientos de raquetas destrozadas: todo eso vivió Benoit Paire antes de debutar finalmente con Francia en la Copa Davis.
A sus 29 años, Paire se estrenará mañana en el torneo por equipos más importante del tenis cuando se enfrente a Pablo Carreño en el primer punto de la serie entre Francia y España en Lille. Es la gran apuesta de Yannick Noah, el capitán francés, que decidió colocarlo como titular tras comprobar su buena integración al equipo y su destacado nivel en los entrenamientos de esta semana.
Paire entiende el tenis a su manera. Capaz de lanzar un drop imposible o dar un toque mágico en la red, pero también de romper varias raquetas, golpear la malla y patear un banquillo en cuestión de minutos, el francés nunca pasa inadvertido.
Diversos actos de indisciplina lo llevaron a ser expulsado del equipo francés en los Juegos Olímpicos de Río 2016. «Hemos aguantado demasiado. Que haga lo que quiera fuera de aquí», dijo entonces el director técnico del equipo francés, Arnaud Di Pasquale.
Pero dos años después, aparentemente más calmado, está de regreso en el conjunto galo. Las lesiones de Gael Monfils y Jo-Wilfried Tsonga le abrieron una oportunidad y mañana, en su primera convocatoria, será el encargado de abrir la serie en Lille.
Su ranking indica que está en el puesto 54 y que ganó un título en toda su carrera (en 2015 en la arcilla de Bastad), aunque el francés es de esos jugadores cuyos números no dicen demasiado. Llegó a ser el 18 del ranking y este año venció a jugadores como el serbio Novak Djokovic o el canadiense Denis Shapovalov. Cuando está enfocado puede ser muy peligroso y más aún jugando delante de su público. Además, su récord frente a Carreño es de tres victorias y tres caídas.
«Estamos entusiasmados de poder trabajar con Benoit», destacó Noah sobre el jugador. «Había estado a las puertas del equipo de Francia durante mucho tiempo. Quería ver cómo iba a funcionar con el grupo y su reacción en las prácticas, y ha sido genial», resaltó.
Paire, sentado a su lado en la rueda de prensa previa al comienzo de la serie, explicó que «la integración ha sido muy sencilla», destacó la «fuerza colectiva» de Francia y dijo sentirse «orgulloso» de poder debutar en el torneo. Aunque rápidamente fue interrumpido por el capitán. «Ahora lo dices porque te has acostado con ellos», bromeó el también excéntrico Noah.
El humor es, precisamente, una de las armas con las que el mítico ex jugador espera que Paire pueda sacar su mejor tenis. Y evitar sus tan habituales ataques de indisciplina. «Tenemos muchas raquetas, pero dijimos que no (puede romper) más de tres por set», dijo Noah ante las risas de sus jugadores.
Romper tres raquetas por set puede parecer un margen bastante grande, aunque no lo es tanto tratándose del barbudo jugador de 1,96 metros y cabello teñido de rubio nacido en Avignon, quien tiene como ídolo precisamente al iracundo Marat Safin. Un minuto puede bastarle para quedarse casi sin raquetas, como se vio por ejemplo este año ante el chipriota Marcos Baghdatis en el torneo de Washington.
Pero «La Tige» («El Tallo»), como le dicen a Paire por su físico espigado, contará mañana con una motivación especial. No solo por jugar su primera Copa Davis, sino por hacerlo en un estadio que habitualmente se utiliza para partidos de fútbol. Gran aficionado del Olympique de Marsella, uno de sus sueños era ser futbolista.
Su talento está fuera de discusión, pero su inclusión en lugar del también teñido Richard Gasquet sorprendió un poco a todos. «Pensaba que iba a jugar Gasquet, pero si Francia ha seleccionado a Paire será porque el capitán piensa que es la mejor opción y la que más daño nos puede hacer», reconoció hoy el capitán español, Sergi Bruguera.
Más allá de la sorpresa, Bruguera sabe que Paire puede ser el arma que explote los planes españoles en Lille. O los franceses.
Por Tomás Rudich (dpa)