(dpa) – ¿No sería fantástico si se pudiera dar vida a las imágenes de un libro para colorear? El juego de aventuras «Chicory: A Colorful Tale» se acerca a este sueño.
En la pintoresca provincia de Picnic, la famosa pintora Chicorée, encargada de manejar el pincel mágico, ha desaparecido sin dejar rastro. Junto con ella se ha desvanecido todo el color.
En este juego, los jugadores asumen el papel de un simpático perro que se considera el mayor aficionado de la pintora Chicorée. El canino sale en busca de la artista perdida y descubre durante su misión un oscuro secreto.
El mundo del juego recuerda a un libro para colorear recién salido de la imprenta. Al principio, solo se verán contornos en blanco y negro de colinas, árboles o cuevas. El paisaje recobra su color cuando el perro coge el pincel y vuelve a convertir el mundo en un lugar colorido. Los jugadores también pueden pintar nuevas formas y objetos para abrirse paso hacia los numerosos animales que habitan la provincia.
Cuanto más se avanza en el juego, el pincel va adquiriendo más habilidades. Las cuevas oscuras, por ejemplo, se pueden pintar con pintura luminosa; también se pueden abrir vías de paso con objetos que lleven a los escarabajos hasta su meta. Sin embargo, el pincel no es solo una herramienta creativa, sino también un arma con la que se puede «borrar» a los adversarios.
El juego también ofrece un modo cooperativo local para otra persona que también esté equipada con un pincel. Esta es probablemente una de las razones por las que «Chicory: A Colorful Tale» es un título apto tanto para niños que quieren divertirse en familia o con amigos, como para adultos que juegan solos y quieren disfrutar los magníficos gráficos del juego.